A la familia de Alianza / Deportivo Viedma:
En reconocimiento a ustedes por estos tres años vividos en Viedma, siento la necesidad de agradecerles el trato y el respeto en una estadía que siempre recordaré. Fueron tres temporadas seguidas (todas muy diferentes) donde se vivieron momentos buenos y malos, todos intensos como se habitúa en esta ciudad. Con críticas y halagos, casi por igual. Casi todas respetables y aceptadas como tal. Es nuestro trabajo convivir con eso sin que nos mueva la aguja.
Cuando llegué en 2014, la temporada fue un fracaso en todo sentido y desde el ámbito que se lo analice. Dudo de que haya algo más gratificante para un entrenador, que ser reconocido por su trabajo luego de un fracaso deportivo. Y volvieron a confiar en mí nuevamente. Es un gesto que difícilmente olvidaré durante el tiempo que dure mi carrera.
En la siguiente temporada se modificó el proyecto. Pasamos a ser Deportivo Viedma. Con jugadores de la Comarca y con un perfil más bajo que el de la temporada anterior. Ganamos en identidad y compromiso. Llegamos segundos y superamos dos series de playoffs, terminando en semifinales, luego de que en las últimas tres temporadas el equipo no superara ninguna fase de playoffs. El final fue con sabor raro y nos quedó la espina del “que hubiese pasado si” la serie se desarrollaba en condiciones normales. Nadie lo sabe ni lo sabrá.
Esta temporada, la idea era mejorar la campaña anterior y convertir a Deportivo Viedma en un equipo fuerte de TNA y ganador. Llegamos nuevamente a semifinales luego de haber pasado por muchos cambios y momentos difíciles. El equipo clasificó primero en la Etapa Regular por primera vez en su historia. Luego, todos saben qué pasó. Todavía dura la bronca y el dolor. En parte el objetivo se cumplió y en parte no. O al menos fue empañado.
Sepan que siempre se trabajó honestamente con la máxima entrega y profesionalismo posible. Que cualquier decisión que se tomó fue siempre pensando primero en el equipo. Que el compromiso innegociable de los jugadores logró una identidad con la Ciudad y la Provincia. Que la insistencia y trabajo de los dirigentes, más el apoyo gubernamental y de muchas empresas de la Ciudad y la Provincia, hicieron que juguemos a cancha llena muchos partidos y tengamos siempre un equipo competitivo.
En una organización, la estructura y el objetivo están por encima de cualquier nombre propio. Por eso van pasando jugadores, entrenadores y dirigentes. Lo único que no cambian son los hinchas. Todo esto se hace por Ustedes. Cuídenlo más allá de estar de acuerdo o no con el entrenador, con algún jugador o con algún dirigente. El equipo es de Ustedes.
Gracias por haberme permitido vivir en paz y alegremente en la hermosa Viedma durante tres temporadas y conocer infinidad de buena gente y lugares maravillosos de la Provincia que desconocía. A veces eso es tan o más importante que un resultado deportivo.
Muchas gracias. Cuiden al equipo.
Leandro Hiriart