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Estados Unidos estuvo lejos de brillar en su debut dentro del Mundial de China, pero igualmente le alcanzó para superar a República Checa (88-67). Para el segundo compromiso necesitaba dar un salto de calidad por la calidad del rival: Turquía, con tres NBA y un juego compacto y disciplinado. Finalmente no llegó ese plus y el equipo de Gregg Popovich estuvo realmente al borde del abismo: fue a tiempo suplementario y lo ganó por los errores sistemáticos del rival (fallaron cuatro libres en el cierre), más que por sus virtudes colectivas. Así, repletos de dudas, los Estados Unidos ganaron por la mínima (93-92) y lograron la clasificación anticipada para las segunda ronda. 

Luego del partido, Gregg Popovich fue autocrítico dentro de sus respuestas concretas en la conferencia de prensa: "Fue un juego vibrante como todos sabemos, estuvo para cualquiera. Aceptaremos la victoria, pero pudo haber sido para cualquiera. El equipo que jugó esta noche mostró su experiencia y las mejoras que aún tenemos que hacer en cuanto a ejecución. Aún no estamos allí, todavía estamos tratando de mejorar en eso".

El interno Myles Turner también dialogó con los periodistas y se centró en la importancia anímica del triunfo de este martes: "Tengo que felicitar a todos en el equipo. Nos mantuvimos unidos y molimos esto. Sabemos que vamos a enfrentarnos con la mejor cara de cada equipo: somos el equipo de Estados Unidos y todos quieren vencernos. La química es increíble en este momento y solo se puede subir desde aquí. Este fue un gran juego, una batalla".

Los Estados Unidos cerrarán su participación en la primera fase este jueves, ante el ya eliminado Japón de Julio Lamas. Para dicho encuentro es seria duda Jayson Tatum, quien sufrió un esguice de tobillo izquierdo en las posesiones finales del partido contra los turcos.