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El cuatro veces campeón de la NBA, Horace Grant, se encuentra en Argentina llevando a cabo diferentes eventos ligados a su rol de embajador de la liga norteamericana. Uno de ellos fue su presencia en el novedoso summit de negocios y deporte que se realizó esta semana, mientras que además tuvo la chance de visitar las instalaciones de Boca Juniors y pasar una muy linda tarde en la Casa Garrahan. Justamente después de disfrutar y jugar con los chicos, el nacido en Georgia se tomó el tiempo para responder las preguntas de Básquet Plus.

- Contanos cómo te está tratando el país en esta experiencia, no solo con el summit, sino también visitando ayer la cancha de Boca, hoy con los chicos de Casa Garrahan...

. Desde que me bajé del avión, el país me abrió los brazos como si fuera uno de ellos. Todos han estado fantástico. El otro día tuve la chance de visitar Boca y fue un día increíble. El summit fue absolutamente hermoso. Fue la primera vez que algo así ocurrió acá en Sudamérica. Pero mi mejor día fue hoy con los chicos en la Casa. Sus caras, sus sonrisas, sus risas, aún cuando están atravesando tiempos difíciles. La verdad es que no te darías cuenta de eso viendo sus sonrisas y su carisma. Me gustaría agradecer al staff de la Casa y a la NBA por permitirme venir y ver a los chicos, para pasar algo de tiempo con ellos.

- ¿Conocías algo del país antes de venir?

. Sí, conocía un poco del país. Por supuesto en términos de Manu, Nocioni, Delfino. Los conocía a ellos. Pero estar acá, experimentando su cultura no tiene precio.

- Estás trabajando como embajador de la NBA y también tenés un papel en los Bulls. ¿Cómo estás llevando esas funciones?

. Sí, correcto. Después de haber jugado 17 años en la NBA, ser un asistente especial para el CEO de los Bulls y embajador de la NBA, lo cierto es que no podría pedir trabajos mejores.

- Metiéndonos un poco en lo que fue tu carrera, hay varios temas significativos. Uno es el hecho muy poco normal, que cuatro integrantes de tu familia llegaron a la liga, como tu hermano (Harvey) y tus sobrinos (Jerian y Jerami). Me imagino que al mirar atrás, la satisfacción no es solo por lo que lograste, sino también por haberlos visto a ellos cumplir sus metas.

. Sí, mi hermano y yo tuvimos una gran carrera en la NBA. Mi hermano jugó 12 años y yo jugué 17. Ahora tener a mis sobrinos siguiendo esos pasos, es una verdadera bendición. Estoy seguro que ellos saben que tienen que trabajar extremadamente duro para poder establecerse en la NBA.

- Cuando estabás jugando en los Bulls de principios de los ´90, ¿tomaban conciencia de lo que estaban ayudando a la globalización del básquet? Mucha gente afuera de Estados Unidos se volcó al básquet por aquel equipo.

. Bueno, no lo sabíamos en ese momento. Fui a ese equipo y a esa organización con la idea de ganar títulos de la NBA. Pero al hacer eso, nos fuimos elevando hasta donde finalmente llegamos como franquicia. Eso te demuestra que si ganás, trabajás duro y hacés las cosas correctamente, la gente, especialmente de otros países, se va a motivar para seguir esos deportes en particular. Mirás el básquet de hoy y hay muchísimos jugadores extranjeros en la NBA. Y lo están haciendo muy bien.

- Tuviste el privilegio de jugar junto a quizá, los dos mejores escoltas de la historia: Michael Jordan y Kobe Bryant. ¿Encontrás similitudes en su juego y en su personalidad?

. Si mirás a Michael y mirás a Kobe, ves al mismo tipo de jugador. Los dos son grandes líderes, apasionados sobre ganar, apasionados en hacer a sus compañeros mejores y con la voluntad para ser esa primera opción ofensiva. En su día y ahora también como uno de los dueños de la liga, Michael entiende muy bien qué hacer para que la gente siga interesada en la NBA y en su marca. Y Kobe es de la misma manera.

- Jugaste en Orlando y los Lakers con otra leyenda, como Shaquille O´Neal. ¿Fue la fuerza más dominante de los que has visto en tu tiempo?

. Sin dudarlo. Cuando jugué con él era joven y sin tanta experiencia, pero aún así era dominante. Cuando maduró jugando para los Lakers, no había nadie que lo pudiera parar. Fue el jugador más dominante de mi tiempo, en términos de dominar a su rival. Siempre lo molestaba diciéndole que lo único que podía pararlo eran los tiros libres.

- Ganaste cuatro anillos, todos con Phil Jackson como entrenador. ¿Qué lo diferenciaba a él como técnico?

. El entendía las diferentes personalidades, de cada individuo de sus equipos. Entendía lo que se necesitaba para unirnos en la cancha y a partir de ahí ganar campeonatos NBA. Podés tener todo el talento del mundo, pero si no tenés a un técnico que maneje todos los egos y diferentes personalidades, no vas a ganar. Phil lo hizo.

- Si tuvieras que elegir un momento de tu carrera NBA, ¿con cuál te quedás?

. Hubo dos momentos en un juego en particular: el sexto partido de las Finales de 1993 contra Phoenix. Uno cuando le paso la pelota a John Paxson, que anota el triple para pasar al frente. Y el otro fue aquella tapa contra Kevin Johnson para ganar y solidificar nuestra dinastía en la NBA.

- ¿Ves a alguien con características similares a las tuyas hoy en día?

. Bueno, no creo que haya un Horace Grant hoy en día. Todos quieren tirar. En mi era había un jugador con el que me identificaba: PJ Brown. Era un jugador que se aseguraba de hacer lo mejor para que sus equipos tuvieran éxito. Si tuviera que elegir un jugador de hoy, diría Joakim Noah. En términos de cómo juega al básquet, reboteando, defendiendo. Si tuviera un tiro externo, diría que sería como yo.

- ¿Quizá Draymond Green también tiene algunas similitudes, especialmente en defensa?

. Sí, me olvidaba completamente de Draymond. El puede manejar la bola un poco mejor que yo. A mi no me dejaban driblear en aquel entonces. Sí, él y el otro chico de Toronto: Ibaka.