Mientras disfruta de sus vacaciones en el país antes de encarar una nueva temporada en la NBA, Manu Ginóbili brindó una extensa entrevista en el programa No Somos Nadie, de Radio Metro (FM 95.1). Muchísimos temas tocados, siempre bajo la lupa sincera y analítica del bahiense. A continuación, lo mejor de la nota.
-La decisión de continuar jugando y la influencia de sus compañeros y familia
“Fluctué mucho entre seguir o largar. Tuve momentos de indecisión, pero esos mismos momentos fueron los que me convencieron. Llegué a la conclusión de que para tomar una decisión tan importante en mi vida y carrera, que es dejar de hacer lo que hice desde el primer día que fui mayor de edad, tenía que estar convencido, porque no hay vuelta atrás. A los 38 no podés tomarte un año sabático y volver. Para tomar una decisión como esa tenía que estar bastante seguro y no lo estaba. Después vi las finales y sentí que quería estar ahí. Vi algún que otro video y definitivamente no me sentía un ex jugador”.
“Ver lo que estaban viviendo esos chicos durante las finales, la excitación y adrenalina de lo que es jugar una final, o pensar en los pre o post partidos con el equipo. Esa tensión, concentración y unión de personas tan distintas en pos de un objetivo como equipo. Es algo espectacular. En Twitter ponen videos a cada rato y se van cargando las pilas”.
“Con Tim (Duncan) hablé mucho antes de venir para acá porque estábamos en la misma situación. Tony (Parker) estaba en otra porque es más joven. Con mi mujer también hablé bastante, pero ella desde el minuto uno dijo ‘yo no tengo ningún problema, hacé lo que vos sientas, lo que tengas ganas. Si tenés ganas de seguir jugando, buenísimo, lo disfrutaremos y ye apoyaré como siempre. Y si no tenés ganas, bien, nos adaptaremos y veremos cómo seguir’. Básicamente me dijo ‘tomá, definila’ Después hablé otro rato con Pop y acá llegamos”.
-El armado de San Antonio para la próxima temporada
“Fue impresionante lo que pasó para nosotros en este receso. Aldridge era el jugador que buscaba, al menos, la mitad de la NBA. Que nos haya elegido a nosotros es un gran halago, porque no somos la ciudad más sexy o que genera el mayor movimiento alrededor de los equipos y las estrellas. Que nos haya elegido es una gran muestra de respeto, siempre dejó en claro que quería jugar con nosotros. Lo de West también es impresionante. El tipo tenía un contrato por una fortuna en Indianápolis y lo dejó de lado para venir a jugar con nosotros y buscar un anillo. Nos va a crear aún más responsabilidad de jugar bien y apuntar a lo más alto. Después siguió Danny Green, que parecía que no se iba a dar por los nuevos contratos. Kawhi Leonard era más de esperar, es el futuro de la franquicia y le iban a dar lo que él necesitara para que estuviera contento. Y el resto sigue, estamos bien. Vamos a extrañar a los que se fueron, yo principalmente a Tiago (Splitter) porque me llevaba muy bien adentro y afuera de la cancha, pero los cambios fueron notables y estamos muy entusiasmados”.
-Su rol dentro del equipo para la próxima temporada
“Creo que no va a haber muchas sorpresas sobre lo que es mi rol en el equipo, siempre y cuando produzca (risas). Calculo que iré jugando gradualmente menos minutos que años anteriores. El año pasado terminé con 23 ó 24 por juego y creo que para eso estoy en condiciones. Después habrá que ir micromanejando el tema de cuando toca jugar cuatro partidos en cinco días, que a este punto de mi vida es casi imposible. Habrá que sentarse a afilar el lápiz con el jefe y ver cómo se elige. En líneas generales, soy tan afortunado de estar en esta situación, en este equipo, con este monstruo que es Pop manejando grupos y mirando los números y partidos ganados y partidos de manera distinta. Tengo voz, voto, y eso hace que todo sea más manejable y placentero”.
-La influencia de Gregg Popovich
“El tipo me fue moldeando. En 13 años completos de convivencia, obviamente que fue moldeando a cada uno de nosotros. Hemos cambiado por su palabra, sus métodos, por todo. Es una gran influencia en los jugadores que él tiene. No te digo que he hecho todo lo que me pedía, porque hemos tenido alguna que otra mala experiencia, pero siempre desde el lado de sumar para que el equipo gane. Tuvimos una diferencia bastante importante en cuanto a postura después de aquella final del 2013, pero siempre digo que el gran gestor del regreso del hambre para el 2014 fue él, no los jugadores. Estoy convencido de que los entrenadores son importantes para encaminar los caballos. En este caso fue un toro, una máquina. Pero para ayudar a digerir mi derrota no fue él quien más ayudó. Estaba la parte deportiva y mental, que la tuve que hacer más en soledad.
-La convivencia con la frustración de la final perdida en 2013
“No fui un buen aliado de ella durante muchos años. A partir de ese momento empezás a poner cosas en distintos escalafones. En ese momento tenía dos hijos, ahora tres. Y uno aprende a darle una importancia distinta, sabés que la vida empieza a pasar por otro lado. Sabés que lo que estás haciendo en ese momento no es de vida o muerte, sino que es tu trabajo o deporte. No hay atleta en el mundo, creo, que haya ganado más de lo que perdió en cuanto a finales y campeonatos. Uno aprende a tranquilizarse un poco, a enloquecerse menos y disfrutar más”.
“En 2002 no estaba tan preparado para aprender tanto de una derrota. Eso viene con la maduración, con el hecho de haber sumado bastantes frustraciones y victorias. En el 2013 definitivamente aprendí mucho. Tuve muchos momentos de introspección y amargura, pero después lo aprendí a digerir. Esa derrota me hizo mejor”.
-Su permanencia en la NBA durante 14 años
“Cuando llegué no había ningún tipo de chances de imaginarlo. Muchos de nosotros, de los que venimos de Europa, arrancamos a los 25 años la carrera NBA. A Luifa (Scola) le pasó, a Chapu (Nocioni) también, a Oberto a los 30. Entonces uno llega con otra perspectiva. En esa época, cuando fui a Estados Unidos para la NBA, no consideraba esta posibilidad de jugar hasta los 38. Venía de una cultura europea en la que los mejores jugadores se retiraban a los 33 ó 34. Cambió mucho, cuando uno empieza a estar en medio de esa locura NBA empieza a ver otras cosas, distintos métodos para manejar mejor la energía, alimentación descanso y demás. Entonces se lo quiere disfrutar al máximo. Aprendí mucho, pero tengo alguna u otro entrevista cuando llegué a Europa que decía que quería jugar hasta los 32 o 33 años. Las cosas han cambiado bastante.
-Manu y su versión como padre, y la influencia de sus hijos
“De entrada, ni bien nacieron, cambió mucho, me enseñaron a estar más tranquilo y encontrar una especie de equilibrio en la victoria y la derrota, porque terminaba un partido y ellos me venían a abrazar de la misma manera cuando era un héroe o un villano. Uno empieza a encontrar una media emocional ahí. Cuando pensaba que lo tenía bastante dominado, llegó ese golpazo de la final del 2013 que me dejaron nocaut. Ahí llegó el momento de pensar y analizar qué quería hacer, seguir o no y demás. Y ahí volví de a poco a mejorar en ese aspecto. Y definitivamente los chicos me ayudaron mucho. Pero a la hora de tomar una decisión no sé. Tienen cinco años pero son muy bebotes, no entienden bien qué pasa, por qué me paran por la calle para pedir una foto. Hace unas semanas estábamos en Rosario y les señalo un cartel grande en la autopista y les pregunto ‘¿por qué piensan que papá está ahí en la autopista?’. Y Nico me mira y me dice ‘no sé’, como si fuera normal. Mi mujer le pregunta, ‘Nico, capaz que en el próximo cartel está mamá’. Y Nico le dice ‘sí, capaz’. Todavía hay una inocencia graciosa y dulce, vamos a dejarlos que vivan eso hasta que salga solo. No generan ninguna influencia en la decisión, no saben lo que hago. Saben que voy a la cancha, que juego, pero después creen que es normal que los padres jueguen al básquet”
-Su situación en la selección argentina
“Es muy posible que ya haya jugado mi último partido. Lo dije desde el momento en que no pude estar en el último Mundial, que no quería terminar así pero di por sentando que ya se había jugado en Londres. Lo digo siempre, lo que pasó con nosotros en la selección fue muy profundo, nos dejó una huella tremenda y cuesta verse afuera del todo mientras uno esté en dos piernas y haciendo esto. Se lo preguntás a Pepe (Sánchez), al Puma (Montecchia), a Fabri (Oberto) y sienten que todavía son de la selección por más que no se pongan más la camiseta. Por ese lado es muy difícil cerrar la puerta definitivamente, pero sé que hay pocas chances”.
-¿El sueño de Río de Janeiro 2016?
“Desde ya que jugar un Juego Olímpico es impresionante, siempre lo dije. Pero sería una falta de respeta absoluta pensar en Rio cuando están otros chicos rompiéndose el lomo para tratar de ponerse en esa situación, y que van a tener un campeonato jodidísimo ahora. Cuando el tiempo llegue se verá. Hoy hay que apoyar a los chicos que están ahí, que van a jugar. Desde ya que estaré hinchando por ellos y sintiéndome parte del grupo.
-La situación institucional de la CABB
“Estamos muy comprometidos, queremos ayudar. Sabemos que el daño fue muy grande y el tiempo perdido afectó mucho y fue muy doloroso. Pero estamos ahí siempre para lo que se necesite. Quedó bastante golpeada la Confederación, sobre todo económicamente, y se está tratando de reorganizar. Creo y creemos que se necesitan pasar un par de años de sufrir un poco más en el tema económico, pero después se irá acomodando. Lamentablemente, ninguno de nosotros vamos a estar para disfrutarlo. Por ahí Luis sí, porque va a jugar en la selección hasta los 50 años (risas). Hay muchas cosas por cambiar. Federico Susbielles está haciendo un gran trabajo, laburando como una bestia para reorganizar un montón de cosas. Creo que va a ir encarrilándose por el buen camino, pasa que en dos meses no se ven los resultados de algo que estaba tan dañado. Hay que apoyar”.
-Lionel Messi y las críticas al astro del fútbol.
"No tengo contacto con él, nos vimos una vez en la villa olímpica por treinta segundos y nos dimos la mano. Ese pibe es un monstruo. Viene, juega todo lo que hay por jugar, y encima nos llevó a las finales de los últimos dos campeonatos. Los que lo critican no son tantos como lo hacen parecer, pero realmente es una locura que se critique a la joya más valiosa que tiene el deporte argentino hoy por hoy. Es una lástima que no lo valoremos y no lo tratemos como merece. No sé si él se pueda aislar de todas las críticas. Yo aprendí a hacerlo con los años: no leo diarios, no miro notas, no hablo de eso con mi familia. Es tal la locura que un día lo van a pudrir, va a mandar todo al carajo y después lo van a llorar por todos lados".