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Luego de la victoria frente a Quilmes, Bahía Basket se regresó a su ciudad con una positiva salida a la ruta donde si bien perdió su invicto logró regresar con un balance de 1-1 para estirar su buen presente como uno de los líderes de la Conferencia Sur de la Liga (récord 4-1). El próximo domingo tendrá una dura prueba frente a un entonado Ferro en el Osvaldo Casanova.

Para conocer la actualidad del equipo bahiense, Básquet Plus dialogó con Sebastián Ginóbili. El entrenador habló de este alentador comienzo de torneo para su equipo, el momento de pibes como Fjellerup y Redivo, la adaptación de los extranjeros, las ausencias y el método de juego que propone esta versión de Bahía Basket, con la intensidad como gran premisa.

- En este arranque que tuvieron, tiene que ver la continuidad, que los demás se empiecen a armar cuando ustedes ya se conocen, que no hayan tenido problemas para entrenar dentro de la pretemporada...

. Sí, no tuvimos inconvenientes en la disposición pero sí tuvimos problemas en la cantidad de jugadores porque éramos seis o siete para entrenar. Porque Pancho prácticamente no entrenó, los chicos con la selección, los extranjeros al principio no lo teníamos y además estábamos con jugadores lesionados o molestias, aparte que nosotros somos 13 jugadores. Tuvimos un poco de problemas, no de tiempo o de trabajo pero con la cantidad de jugadores no pudimos hacer labores de oposición en casi toda la pretemporada.

- ¿Es para ilusionar el arranque?

. No sé si es para ilusionarse, yo estoy conforme con lo que estamos jugando, es una continuidad de lo que venímos haciendo la temporada pasada, el mismo grupo de jugadores, los extranjeros se adaptaron bien a lo que nosotros queremos aunque es obvio que todavía les falta laburo. Después tiene que ver el tema de la preparación, de que los chicos están muy bien físicamente, de que mucho de los equipos que hemos enfrentado recién están ensamblándose y eso hace que siempre tengas una ventaja al principio. Lo que pasa es que hay que seguir mejorando porque cuando se iguale un poco más el nivel nos va a costar todo mucho más.

- ¿Qué me podés decir de Thomas?

. Thomas es un 2, que puede anotar, atrás es un jugador que en el uno contra uno es importante dependiendo, y demás es un jugador que se adapta a lo que uno quiere. No tiene excesos de protagonismo y se adapta. Hay momentos donde pasa desapercibido pero con el rendimiento de los nacionales por ahí no se nota tanto, pero estamos buscando que sea más regular y que el tiempo que le toque estar dentro de la cancha lo haga con la misma intensidad de siempre.

- ¿La clave de Bahía, ahora y también a futuro, es la intensidad?

. Sí, la idea es mantener una intensidad alta sabiendo que somos un equipo largo, que jugamos con muchos jugadores y que tenemos que lograr ese alto grado de exigencia para poder ser competitivos. Hoy nosotros no podemos bajar el ritmo porque nos asemejamos al ritmo de los demás equipos y jugando lento me parece que somos un equipo más del montón. Entonces necesitamos exceder un poco más el nivel de intensidad para competir con todos.

- ¿Y te preocupa más la intensidad que la precisión?

. Sí, obviamente que después va a llevar tiempo encontrar la precisión dentro de la intensidad, siempre es más difícil. Pero sí queremos mantener esa idea, respetarla cuando obviamente las cosas se hacen bien. Y si se hacen mal podés empezar a cambiar el juego, las formas y se hace todo mucho más complicado. A veces se hace más fácil en casa y de visitante cuesta más, pero hay que tratar de intentar, saber a lo que jugamos y que todos manejemos el mismo libreto.

- ¿Te va a cambiar un poquito cuando esté Pancho?

. No tanto, porque Pancho seguramente va a jugar en la posición del 4. Está en condiciones de hacerlo tranquilamente, ahí tiene una velocidad importante a la hora de jugar. Por ahí en la posición que jugaba antes le va a costar más, pero de 4 me abre mucho la cancha, conoce el juego, es un referente para sus compañeros, está permanentemente encima del equipo, aconseja a los jóvenes, entonces es un combo que a mí me viene bárbaro.

- ¿A Fjellerup lo estás usando de 3?

. Sí, cuando entra de titular juega más el extranjero de 3 que de 2, pero al no estar Juan Pablo Vaulet disponible la 2 y la 3 se van cambiando. Lo que sí lo estoy poniendo muy poco de 1 porque hoy así como está no se siente cómodo con esa posición y estamos tratando de hacerlo jugar cómodo en lo que él desea. Pero creo que a futuro vamos a tener que bajarlo, no que no juegue de 2 pero sí que sea un 2-1 importante para el equipo.

- Hablame algo del momento de Redivo.

. Lucio es un jugador que por ahí no tiene el talento de los mejores jugadores del país, pero tiene el deseo y el trabajo del mejor. Entonces a todo los que por ahí relega el talento o el conocimiento de juego lo suple con su actitud, energía y sobre todo con su deseo de ser cada vez mejor y de laburar. En lo que va de que soy entrenador, en estas tres temporadas, es el jugador que por ahí más labura que el resto. Prácticamente no descansó en el receso, estuvo practicando cosas que le hacen falta y el laburo rinde frutos siempre. Hoy está en un gran momento, disfruta de eso y sabe que todo esto es por su laburo y sus ganas, y bienvenido sea. Cuando el éxito o el buen momento se gana de esa manera es buenísimo. Yo lo disfruto, porque además de que está hace tres años con nosotros es un jugador que te ayuda permanentemente a ser mejor en todo, no solamente a sus compañeros sino también al cuerpo técnico.

- Te viene bárbaro mantenerlo en la banca como un revulsivo.

. Sí. En un momento dudamos de ponerlo como inicial, más cuando Juan Pablo no estaba para jugar, y me parece que es el jugador que cambia el ritmo de partido por sí solo. El entra y ya hay un lío infernal adentro del juego, y puede arrimar los puntos que cualquier equipo necesita para cambiar la velocidad. Lo está haciendo bien desde su lugar, sabe que está tomando más lanzamientos y sabe el protagonismo que está teniendo dentro del equipo. Nos da una energía extra, que por ahí si lo tuviera de titular no tendría ese jugador que pudiera hacer ese cambio.

- Antes decías que no querés parecerte al resto. ¿En tu ideal este es el básquet que querés jugar como entrenador?

. Me gusta, lo que pasa es que a veces la gente confunde. A veces leo comentarios que a mí me gusta lo de correr y tirar, y no es cierto. Si se puede sí, obviamente, pero mi idea de juego es como la de todos los entrenadores. Todos buscan una defensa lo más agresiva posible, recuperar balones, tomar rebotes para poder correr. Si tenemos un tiro abierto en el primer segundo lo tomamos y sino jugamos hasta que se nos dé un tiro abierto, eso es lo ideal. Es difícil mantener porque cuando el equipo juega con una energía o intensidad donde se siente confiado en el juego por ahí nos equivocamos o apresuramos, o tomamos malos lanzamientos. Pero repito, prefiero pecar de eso que equivocarnos desde lo otro siendo un equipo sin intensidad, sin sorpresas y sin defender los cortes. Nos pasó con Peñarol y es un juego imposible para nosotros. Entonces hay que entender la forma de jugar, pero también hay que entender que nos correr y tirar o tomar tiros fueras de sí. Hay jugadores que tienen luz verde como el caso de Redivo pero no todos los jugadores pueden hacer lo que hace él.

- Está claro que al rival lo molestás bastante con el tema de correr.

. Para mí es buenísimo porque cuando vos enfrentás a un equipo que viene predispuesto con ese pensamiento llega con cuidado y a mí me gusta que sientan así. Me acuerdo en mi época de jugador en los 90' cuando tocaba jugar contra GEPU era así, sabías que ibas a tener los 40 minutos a Marchant respirándote en la nuca o al Lobito en todos lados. Ojalá podamos mantener eso durante la mayor cantidad de partidos posibles y que generemos eso en el equipo rival. Nuestra idea es esa, somos un equipo donde recambiamos muchos jugadores y la idea es que sea por menor tiempo para que tengan una intensidad más alta, buscando tener una intensidad diferente a la de los demás equipos. Aparte también por el tema de la juventud.

- Eso te iba a decir, ¿Con los jóvenes hace que automáticamente uno piense que lo podés hacer todo el año o los pibes también sienten el trajín de un torneo?

. No, no te lo garantiza porque depende mucho de la preparación, de cómo nos preparamos para jugar. Buscamos jugar de la misma manera en los 56 partidos pero es lo más difícil por diferentes situaciones, ya sea aspecto mental, cansancio o lo que sea. Pero vamos a insistir en lo mismo, en que tenemos que siempre igual de local o visitante sabiendo que de visitante nos va a costar mucho porque no tenemos chapa, que el local se hace mucho más duro y juega más físico. Y obviamente que también hay una diferencia con el rival que tenés enfrente en cuanto a diferencia y edad, entonces cuesta un poco. Pero lo importante es que se entienda que hay que seguir intentando, a veces las cosas no van a salir pero no hay que dejar de intentarlo porque la forma de jugar que tenemos nosotros debemos tenerla como una regla. Como si fuera una regla defensiva, tenemos que presionar constantemente, poner en apuros al rival y que no se sienta cómodo en ningún momento.

- Viendo los números, la diferencia grande de local y visitante son los puntos que te hacen, no los que hacés vos.

. Sí, el otro día con Peñarol fue realmente malo a pesar de no haber jugado mal ofensivamente, sabiendo que hicimos 47 puntos en el primer tiempo y no estuvimos cerca del partido. Ese día todos los jugadores nos metieron puntos de todos los colores, todos anotaron con facilidad y eso es lo que no podemos permitir. Repito, a veces se malentiende la forma de jugar porque no es correr y tirar jugando solo ofensivas, nosotros tratamos de ser un equipo importante en defensa, presionar sobre el balón y eso no lo pudimos hacer en ningún momento contra Peñarol. Eso tratamos de corregirlo ante Quilmes y aunque por más que no lo hicimos muy bien sí lo conseguir hacer en el cierre del partido, que fue lo que nos permitió ganar el juego.

- ¿Y entonces dónde está la diferencia entre jugar de local y jugar de visitante?

. Me parece que es un tema de preparación, en casa todos se sienten más cómodos, se sienten más defendidos en todo sentido, afuera es más complicado porque te muestran la chapa más el ruido de visitante. Con jugadores con más experiencia hace que quizás eso no pase tanto aunque pasa en todos lados, y a nosotros obviamente nos va a costar porque tenés un promedio de edad de 20 años y es muy difícil que ya sostengan la maduración para enfrentar un partido de visitante de la misma manera que de local. Pero hay que seguir intentando, pregonando y convenciendo de que se puede hacer, que no es imposible y que depende de nosotros.

- ¿Ya te imaginas el equipo completo con Pancho y Vaulet?

. Sí, Pancho nos va a dar momentos de recambio, de conocimiento, sobre todo en el cierre del juego o en otros momentos donde necesitás esa pausa que te dan esa clase de jugadores. Y creo que Juan Pablo, si llega en forma y con su físico bien creo que nos va a dar un salto de calidad importante en esa posición. Vamos a ser un equipo mucho más importante, intenso y con mucha más presencia.

Fabián García / [email protected]

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