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Luego de participar en la 30° edición del Juego de las Estrellas, hablamos con Máximo Fjellerup, uno de los protagonistas de la actualidad del mercado de la Liga. El escolta había tomado la decisión de seguir en Bahía Basket, pero ese panorama ha cambiado y hoy está cerca de mudarse a San Lorenzo, club que insiste fuertemente por él. Además, su experiencia en el Juego y un nuevo desafío con la selección.

- ¿Cómo viviste un nuevo Juego de las Estrellas?

. Muy contento. Que te tomen entre los 24 mejores jugadores de la Liga es un cariño que te dan, la gente, la ADJ. Vengo a disfrutar de poder jugar, de compartir un rato con los jugadores y hablar. Son uno o dos días para charlar y disfrutar de esta fiesta.

- La gente lo disfruta mucho desde afuera, ¿qué sienten ustedes desde adentro al participar de un evento así?

. Se sabe que los Juego de las Estrellas no son tan serios como un partido normal, pero tampoco tenés que dejar de jugar o ponerte a boludear, porque tampoco para el público es divertido. Hay que tratar de dar el mejor show y que a la gente le guste y se vaya conforme.

- Esta pudo ser tu casa para la próxima Liga, ¿tomaste ya la decisión de seguir en Bahía para la próxima temporada?

. Por ahora no hay nada claro. Primero sí, había tomado la decisión de quedarme en Bahía, pero charlando mucho con Pepe y con mi representante, todavía las puertas no están cerradas. Vamos a seguir charlando para tomar lo que sea mejor para mi futuro. Voy a tomar eso e ir al 100%, dedicándole todo el tiempo del mundo a la decisión que tome, con confianza.

- ¿Pensás quedarte en la Liga o hay chances de ir al exterior?

. Por ahora quedarme en la Liga, más que nada porque se me complica mucho irme como extranjero afuera por el tema del pasaporte, que no lo tengo. Pero buscaré tratar de competir en lo máximo de la Liga, formarme como jugador, seguir creciendo y más adelante se verá.

- Se viene el Sudamericano U21 con la selección, otro desafío interesante.

. Sí, siempre vestir la camiseta de la selección es muy lindo. Es una responsabilidad. Son pocos partidos, pocos días y hay que entregar el 100% en cada partido, en cada minuto, para tratar de dar lo mejor. Sirve para competir y medirse contra los mejores jugadores U21, para ver dónde está parado uno.