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Se cumplió la segunda fecha de la Liga Uruguaya de Basketball para el entrenador argentino que dirige Hebraica y Macabi, con una mezcla de experiencia y juventud bien confeccionada para intentar ser protagonista en una competencia que se juega entre viernes y sábado o lunes y martes cada jornada.

El aporte de Leandro García Morales, que firmó por cuatro años en el club, o lo demostrado por el panameño Michael Hicks junto a su selección nacional en el Preolímpico de México, demuestran que se eligió bien. Si a estos nombres se le ensambla a un interno como Jimmy Boston o la juvenil conducción del base uruguayo Luciano Parodi, parte de la estructura macabea está completa.

Para los aficionados al básquetbol uruguayo, Demti arrastra el legado de Néstor García con Biguá - campeón de liga en 2008 y Final Four de la Liga de las Américas en 2009 - y la reciente demostración de Adrián Capelli con Atenas semifinalista de la 2014/15.

¿Qué sensaciones te generan tus primeros meses en Uruguay?

Son positivas porque me encontré con una liga que se vive con muchísima pasión e interés. Estoy hasta un poco sorprendido por eso. También intentando aprender todo de la competencia y me está ayudando mucho mi asistente uruguayo Leonardo Zylberstein, quien está trabajando en las divisiones formativas. Muy contento con el grupo porque son muy buenos profesionales y con unas cualidades interesantes para el básquetbol.

¿El plantel comienza a entender lo que pretendes de ellos?

La verdad que sí. Hay un grupo bastante dispar con jugadores de muchísima experiencia, como Leandro García Morales, Michael Hicks, Hatila Passos y Jimmy Boston, más algunos jóvenes muy interesantes, entre ellos, Luciano Parodi y Salvador Zanotta. Todos trabajan a la par y lo hacen con mucha intensidad. Me sorprendió gratamente el interés que tienen de progresar y aprender, siempre atentos a las indicaciones. Eso lo valoro mucho.

Contar con Leandro García Morales dentro del plantel debe ayudarte mucho a la hora de planificar cada juego.

Es un jugador de alta calidad. Siempre lo observé cuando estuvo en la Liga Nacional en Argentina donde intenté llevarlo en alguno de los clubes que dirigí, todos los entrenadores lo conocemos, lógicamente. También me sorprende su día a día, es un gran profesional y dispuesto a trabajar todos los días. Tanto Michael (Hicks) como él, son verdaderos ejemplos para los jugadores jóvenes y eso me ayuda mucho en el trabajo.

Me comentaste sobre la sorpresa que te causó la pasión que hay por el básquetbol en Uruguay.

Sí, un poco sí. Se habla mucho de básquetbol y se vive intensamente. Si bien algunas canchas son más chicas, siempre hay una gran cantidad de público. Es la forma que tienen de vivir el básquetbol en Uruguay. Estoy intentando disfrutar y aprender porque contagia mucho esa pasión, es notable.

¿Y qué nivel encontraste dentro de la Liga Uruguaya? ¿Existe una división bastante marcada entre los candidatos al título y aquellos que deben pelear la permanencia?

Por lo que mencionan acá y los videos que observé, hay rivales a vencer como Malvín que tiene una base de jugadores y un entrenador firme hace mucho tiempo, junto a Trouville y Defensor Sporting. Es un lote de siete u ocho equipos que aspiran por el campeonato y otros que quieren sostener la categoría. En la victoria frente a Tabaré no pensamos que fuese tan abultada la diferencia porque entendíamos que iba a hacer un poco más complicada, más allá de la jerarquía que tiene Hebraica en el plantel.

Con el recuerdo de Néstor García en Biguá o lo que hizo Adrián Capelli en Atenas la última temporada, ¿está esa necesidad de que deben darse los resultados por el hecho de ser un entrenador argentino?

Sin dudas que hay una huella muy grande que dejó Néstor o el trabajo de Adrián que le abrieron el camino a otros entrenadores, como es mi caso. Eso hace que miren con mucho respeto lo se hace, se valore bastante la Liga Nacional y observen constantemente a los jugadores y entrenadores de Argentina. Ahora Hebraica hizo una apuesta manteniendo la base del plantel, sumando a Leandro (García Morales) y a Jimmy (Boston) para reforzar la pintura. Sin dudas, el objetivo es intentar llegar a instancias decisivas y ganar la competencia aunque soy muy respetuoso de todos los rivales. Por eso es preferible dejar correr la temporada para saber qué sucede con el equipo.

Sebastián Saijo / [email protected]

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