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El duelo entre los dos clubes más importantes de Grecia es, quizás, una de la srivalidades más fuertes y peligrosas en el viejo continente. Justamente esta semana se llevó a cabo una nueva edición de este derby helénico y terminó con victoria para los locales por 81 a 78 en el que Deshaun Thomas, de la visita, falló el triple final que pudo haber llevado el encuentro a suplementario.

Sin embargo, no todo fueron risas y alegría para el dueño de casa, ya que la Euroliga multó por 38 mil euros al Olympiakos. ¿El motivo? Encender fuegos de artificio dentro del estadio, usar punteros láser para molestar a los rivales durante el juego, inconductas de los hinchas faltándole el respeto a los rivales y la falta de medidas preventivas por parte del equipo para evitar disturbios antes, durante y después del juego.

Sin embargo, eso no fue todo. El propio Panathinaikos también emitió un comunicado en el que agregaron otros hechos violentos que Euroliga no contempló inicialmente: simpatizantes del Olympiakos agredieron a miembros de la comisión directiva del conjunto verde mientras ingresaban al estadio, también en el entretiempo y también cuando se dirigían al vestuario visitante.

A principios de diciembre, Panathinaikos también había sido sancionado por inconductas por parte de sus hinchas, pero esa vez la multa fue mayor: 54 mil euros. También, hace dos semanas, la terna arbitral del juego entre Panathinaikos y Barcelona fue atacada por dos encapuchados en moto cuando regresaban hacia su hotel. El clima en el país europeo no es el más propicio para llevar adelante un torneo tan importante como la Euroliga y el público no ayuda mucho para poder hacerlo de la mejor manera.

Leé el comunicado de Euroliga y el de Panathinaikos (ambos en inglés).