Real Madrid 95 - Andorra 84
El bajón que acusó Real Madrid desde el Final Four de la Euroliga venía prolongándose también en el certamen doméstico, en la ACB y sabiendo que a los playoffs había llegado como el máximo candidato (además de ser el defensor del título). Ese declive desde su despliegue hasta su poca chispa también se veía condicionado en los resultados. No obstante, el Madrid sacó el pecho en un durísimo partido y le ganó a Andorra por 95-84 para sentenciar su pase a semifinales de la Liga Endesa.
Sin Nocioni (no entró en la rotación), lo más importante del elenco blanco estuvo en la capacidad inagotable de Sergio Llull (19 puntos, goleador del Madrid) y el trabajo brillante de Gustavo Ayón (15 tantos y 9 rebotes). Desde el banco el trabajo de Luka Doncic y Felipe Reyes también fue determinante en diversos pasajes del duelo, aunque al Madrid le costó demasiado frenar a Shermadini, Jelinek y demás, parte de un rival de temer.
No hay que dejar de lado el partidazo que le jugó Andorra, porque si hay otra cosa cierta es que tampoco se pueden quitar méritos al equipo de Peñarroya. Andorra hizo un planteo bárbaro en el segundo tiempo, le jugó de igual a igual al Madrid y estuvo muy cerca de callar a todo el Palacio de los Deportes. Shermadini fue el gran referente, aunque la compañía de Jelinek, Antetokounmpo, o Stevic y Navarro desde el banco, fue también determinante para resistir.
El Real solamente pudo tomar un buen margen de diferencia en el primer cuarto, a fuerza de triples en los últimos tres minutos y con Llull por duplicado más uno de Doncic. Cerró el parcial con una carrera de 13 a 7 con esas bombas, pasando de un ajustado 14-11 a un mucho más claro 27-18. De todas formas, el control no era determinante y por eso la historia siguió reñida en el siguiente periodo, y en el punto por punto Andorra lo terminó acercándose un poco más: 46-39 para el Madrid al descanso.
En el complemento, ese de menor a mayor que venía edificando Andorra siguió creciendo. El poder ofensivo visitante fue creciendo, primero con Shermadini y Stevic, luego con Jelinek (de lo más importante en ese pasaje) y algo de Antetokunmpo. Lo cierto es que la grieta defensiva del Madrid se hizo más grande, Andorra golpeó y entró al último cuarto a punto de dar el zarpazo. El Real resistió, pero solo quedó arriba por una posesión (69-66) gracias a Rudy, el trabajo bárbaro de Ayón y un triple en el cierre de Carroll.
Ya en el último cuarto la historia se emparejó mucho más y el Andorra llegó a empatar el duelo en 71 a ocho minutos del final. Pero, casi como un cuento heroico, apareció el salvador de siempre, Llull, para ponerse el equipo al hombro y darle algo de respiro al Madrid. De la mano de su estrella, una volcada de Doncic y un triple de Carroll, el dueño de casa se disparó a ocho (83-75) con menos de seis minutos por jugar y encontró una luz de ventaja clave. Y si bien Andorra siguió presionando, el Madrid soportó con lo justo. Lo terminó de definir en el último minuto, con su rival seis abajo (90-84) y un 2 + 1 de Ayón que ya fue desatando el festejo de los de Laso. Al final fue 95-84, demasiado sufrido para un Madrid que estuvo al borde del abismo pero sacó a relucir su jerarquía en el momento más necesitado y clasificó a semifinales.