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El derecho de tanteo es una norma que permite a los clubes mantener a los jugadores que finalizan contrato. Todos los que no sean extracomunitarios (seleccionables, comunitarios y pertenecientes a países con tratados de asociación con la Comunidad Europea) pueden estar sujetos a él cuando finalicen su vinculación contractual. A su vez, depende de su equipo de origen la decisión de incluirlos a través de una oferta cualificada.  

Esta fue la situación que denegó la llegada de Shane Larkin al Barcelona. ¿Por qué? Primero hay que hablar de Adam Hanga. Resulta que el alero de Hungría fue inscrito en la lista de tanteo del Baskonia y el conjunto azulgrana no dudó en ofrecerle un contrato. Sin embargo, los vascos igualaron la oferta y tuvo que pasar un mes para que las negociaciones puedan destrabarse, recibiendo el alta y el permiso para irse al equipo de Cataluña. 

No fue así con Shane Larkin, quien también fue colocado en esa lista. Por un lado, Barcelona presentó su oferta. Por el otro, Baskonia la igualó. Esta vez no se repetiría el ciclo y los catalanes decidieron conformarse con el húngaro. ¿Y el bueno de Shane? Volvió a la NBA, en donde defendió la camiseta verde de Boston Celtics. Luego regresó a Europa y en la actualidad es uno de los mejores jugadores de Anadolu Efes y de la Euroliga en general.