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Atlanta Hawks. Los Hawks de Nico Brussino estaban marcados como uno de los equipos más flojos del torneo en la previa y por ahora, lo están confirmando con un récord de 1-7. ¿Lo poco rescatable? Dennis Schröder está teniendo una gran tarea individual, con 22,7 puntos y 6,7 asistencias de promedio. Y por otro lado, al menos el rookie John Collins (10,9 puntos y 7,3 rebotes en 19,4 minutos) se muestra como un acierto dentro de un Draft excepcional.

Boston Celtics. Boston perdió a Gordon Hayward en el arranque mismo de la temporada y cayó en sus primeros dos juegos. Desde ahí ganaron seis consecutivos, liderados por un Brad Stevens que empieza a transformarse en el mejor entrenador de la competencia. Kyrie y Horford están cumpliendo con las expectativas, Jaylen Brown está luciendo como una futura estrella de la liga y Jayson Tatum es de los rookies más rendidores de esta 2017/18. ¿Lo más importante? Están defendiendo como en los mejores momentos de la franquicia, liderando la liga con un rating de 97,4 puntos por cada 100 posesiones, en el que el aporte de los jóvenes (Brown, Tatum, Rozier, Ojeleye) es fundamental.

Brooklyn Nets. Dentro de una NBA donde casi todos los equipos buscan un básquet de transición y velocidad, nadie juega más rápido que estos Nets, quienes utilizan 106 posesiones por partido. Defensivamente están rankeados 26°, pero al menos se han vuelto un equipo más interesante para observar que en años anteriores. Otra buena: poco a poco, D´Angelo Russell está alcanzando el potencial anotador que muchos veían en él (promediando 21,7 puntos). Y atención con Rondae Hollis-Jefferson (15 puntos y 5,3 rebotes), un alero corrido a ala pivote, que es clave para la propuesta de los de Atkinson.

Chicago Bulls. Nadie ha tenido un inicio más oscuro que los Bulls, no solo por el récord (1-5), sino por la pelea entre dos de sus jugadores importantes (Portis y Mirotic). Chicago es una franquicia sin rumbo desde hace tiempo y esta 2017/18 parece que va a agotar la paciencia de sus seguidores. Al menos Lauri Markkanen (17,2 puntos y 9,3 rebotes) está resistiendo a las comparaciones con Nowitzki y Porzingis, pero que Robin Lopez y Justin Holiday sean los únicos otros dos anotadores en doble dígito del equipo, dice todo sobre la peor ofensiva del torneo.

Charlotte Hornets. Los Hornets llevan tres victorias consecutivas, tienen marca de 5-3 y están jugando mucho mejor de lo que la mayoría esperaba, sobre todo cuando se supo de la importante lesión de Nicolas Batum (afuera hasta fines de noviembre). Con Dwight Howard han retomado su lugar entre las 10 mejores defensas de la liga, mientras que en ataque apuestan a la dupla Kemba Walker (24,6 puntos) y Jeremy Lamb (17 tantos), quienes hace seis años llevaban a la Universidad de Connecticut a un título nacional. La variable a tener en cuenta: el novato Malik Monk, un escolta con una facilidad enorme para anotar, que de a poco va adaptándose a la liga (empezó mal la campaña pero viene de meterle 25 a los Bucks).

Cleveland Cavaliers. Si bien hay conjuntos con peores marcas, si nos guiamos por las expectativas, el balance más negativo se lo llevan los Cavs. No solo por su 3-5, sino por lo mal que están jugando y luciendo. Los de Lue parecen un equipo desmotivado, sin ningún tipo de química ni energía. Que un plantel con ese talento aparezca último (30°) en rating defensivo, es sencillamente inexplicable. Por ahora, el DT parece haber perdido la manija del grupo, las incorporaciones no están rindiendo y el ruido en torno a una nueva salida de LeBron es cada vez mayor. Históricamente los equipos de James han regulado en la fase regular. Esta vez, sin embargo, los problemas parecen ser bastante más profundos.

Detroit Pistons. Los Pistons tienen suficiente personal para pelear por un boleto de playoffs dentro del débil Este y por ahora, se están mostrando como un equipo irregular, pero competitivo (marca de 5-3). Van Gundy mantiene su tendencia de apostar por una rotación extremadamente cerrada, en la que apenas los cinco titulares superan los 19 minutos de promedio. ¿Aguantarán el ritmo del calendario NBA? Mientras tanto, parecen estar dispuestos a realizar un cambio de rumbo, con rumores fuertes hablando de un traspaso con los Suns por Eric Bledsoe (enviarían a Reggie Jackson). Aunque son bases similares, Detroit saldría ganando de ese intercambio. Habrá que esperar algunas horas para ver si se concreta.

Indiana Pacers. Una de las revelaciones de este inicio en el Este, son los Indiana Pacers. Tienen récord de 5-3, incluyendo triunfos ante San Antonio, Minnesota y Cleveland. La baja de Myles Turner parecía pronosticar un arranque complicado para Indiana, pero Domantas Sabonis ha tenido un ingreso excepcional en su lugar, promediando 13,1 puntos, 11,1 rebotes, 3 asistencias y un 62% de cancha. Además, Victor Oladipo está anotando 23,8 puntos, mostrando un mejorado lanzamiento externo. Son todos números difícil de mantener, pero hasta ahora, hay que darle mucho crédito a estos Pacers.

Miami Heat. El Heat es un oasis de lógica, dentro de una 2017/18 que arrancó con abundantes sorpresas. Los de Spoelstra están presentando pelea con sus armas, sobre todo teniendo en cuenta que Hassan Whiteside apenas ha disputado dos partidos. Pueden soñar con los playoffs por estar en el Este, pero no tienen la calidad ni la profundidad para imaginar un techo demasiado alto. Sus jugadores de rol son joyas encontradas por la dirigencia que comanda Pat Riley (el rookie Bam Adebayo es la última de esas joyas), pero simplemente les faltan figuras determinantes para pelear por más. Su marca de 3-4 es un reflejo de su realidad.

Milwaukee Bucks. La temporada de Milwaukee por ahora puede dividirse en dos: lo positivo, en relación a Giannis Antetokounmpo volviéndose un candidato serio al MVP (31,3 puntos, 10,6 rebotes y 5,1 asistencias) y lo negativo, relacionado al récord de 4-4 y a un juego que por ahora es demasiado irregular. Lo más llamativo es el mal arranque que están teniendo en el costado defensivo, donde buena parte de la propuesta de Jason Kidd recae: aparecen 23 entre 30 equipos en ese sector. En ataque tienen una dupla tremenda en Antetokounmpo y Middleton, pero fuera de ellos más Malcolm Brogdon (novato del año en la 2016/17) y Tony Snell, nadie anota más de 6 tantos por partido.

New York Knicks. La 2017/18 de los Knicks está ligada al desarrollo de sus jóvenes figuras, y por eso, a pesar del 3-4, el inicio ha sido positivo. Kristaps Porzingis sigue consolidando su lugar como el gran unicornio de la competencia (27,9 puntos y 7,9 rebotes), mientras que el francés Frank Ntilikina muestra el potencial para transformarse en un astro defensivo. No es tanto, pero comparado con lo que tenían, no deja de ser una luz de esperanza. A futuro, ¿se animarán a apostar directamente por una reconstrucción o seguirán rodeando a los jóvenes con veteranos de nivel medio, como en esta campaña?

Orlando Magic. El Magic está siendo la gran revelación, no solo del Este, sino de la NBA en general. Su marca de 6-2 no la hubiera esperado ni el más positivo de sus seguidores, pero sobre todo hay que hablar de lo bien que lucieron en esas victorias. Hay mucho para destacar en los de Frank Vogel: Evan Fournier los lidera con 22 puntos, Aaron Gordon por fin parece estar desatando su potencial atlético (20,7 puntos y 8,7 rebotes), Nikola Vucevic siempre produce en el juego interior (19 puntos y 8,4 rebotes), mientras que Jonathon Simmons está justificando los mayores minutos que pedía en San Antonio (15,8 tantos). Veremos qué sucede cuando se enfríen un poco de tres (están con un insostenible 44% de acierto), pero ya no parece tan alocado imaginarlos peleando por un boleto de playoffs.

Philadelphia 76ers. Los Sixers tenían muchos ojos puestos encima en este inicio de temporada, por presentar el debut de los últimos dos números uno del Draft: Ben Simmons (2016) y Markelle Fultz (2017). Lo cierto es que sus rendimientos no podrían estar más alejados: mientras Fultz parece haberse olvidado cómo se lanza al aro (lo decimos de forma literal; adoptó una bizarra mecánica de tiro), Simmons coquetea con el triple-doble de promedio y se anota como el futuro de la liga en su posición. Si a eso le agregamos la continuidad de un Joel Embiid dominante (y por ahora sano), más la producción de rendidores jugadores de rol como Robert Covington, JJ Redick o Jerryd Bayless, el balance es claramente positivo. Desde el juego tienen más razones para esperanzarse que lo que indicaría su récord de 4-4. La postemporada tampoco sería una locura para ellos, a pesar de su juventud.

Toronto Raptors. Dentro de un Este con mucha juventud e incógnitas, Toronto mantuvo la base y debería sacar ventaja por nombres propios y conocimiento previo. Por ahora no lo está haciendo y su marca de 4-3 no llama demasiado la atención, aunque hay algunas señales positivas: ya no están dependiendo tanto de la dupla DeRozan-Lowry (de hecho, el base solo promedia 12,9 puntos), con una segunda unidad que ha superado las expectativas y trae muchísima energía desde el banco. Igualmente, se espera más de ellos.

Washington Wizards. Con los Wizards hay que hacer un análisis similar al de Toronto. Tienen todo para consolidarse entre los tres o cuatro mejores de la conferencia, pero por alguna razón, nunca terminan de hacerlo. Con Wall, Beal y Porter tienen uno de los mejores perímetros del torneo, pero ¿quién va a potenciarlos fuera de ellos? Por ahora nadie ha dado ese salto de calidad, aunque todos los cañones apuntan al desarrollo de Kelly Oubre, uno de los únicos de ese segundo grupo que tiene un techo claramente alto. Es muy difícil imaginarlos fuera del Top 4 una vez finalizada la fase regular, pero pensando en objetivos más grandes, tienen mucho por mejorar.