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Estados Unidos se convirtió este jueves en el primer finalista del Mundial de Básquetbol que se juega en España al derrotar de manera aplastante a una pobre versión de Lituania, cuya resistencia apenas duró un tiempo. El resultado final lo dice todo, la formación NBA ganó por un contundente 96-68.

Los primeros cinco fueron propiedad de Lituania, básicamente porque arrancó metido en el juego y con la consigna de no dejar crecer a su rival, es decir que le impidió correr, y en ataque fue bastante prolijo, asegurando los puntos con las penetraciones de Juskevicius o abasteciendo a Valanciunas en el poste bajo.
El trabajo de Faried y Davis para controlar al pivote lituano comenzó a rendir sus frutos, cuando zafaba de uno lo tomaba el otro. De esa manera Estados Unidos impidió que su adversario tomase una diferencia mayor. Con el ingreso de Thompson a los de Krzyzewski se les abrió el aro, porque el escolta de Golden State fue clave tanto con su tiro perimetral, como también para lastimar de contra. Cuando Estados Unidos impuso su ritmo estableció la primera diferencia a su favor: 21-16.

El mejor pasaje estadounidense se dio en los primeros minutos del segundo péríodo, siempre con Thompson como mejor carta ofensiva. Aún así fue un cuarto flojo, con muchos errores por parte de los dos. Lituania fue de menor a mayor, y después de quedar diez puntos abajo repuntó en el último tramo con un Kuzminskas implacable (12 puntos y 7 rebotes).

El juego de Estados Unidos apareció con cuenta gotas y nunca estableció una plena superioridad. Para colmo DeMarcus Cousins lo guapeó a Valanciunas de manera innecesaria y terminó por ganarse una técnica. Dos apresuramientos de Lituania le permitieron a los americanos cerrar la primera mitad ganando por ocho: 43-35.

Con un parcial de 10-0 en dos minutos, Estados Unidos sacó una ventaja en el inicio del tercer cuarto que terminó siendo decisiva (53-35). Aún cuando suele pasarse de vueltas, Harden volvió a ser el motor para liderar la ofensiva de su equipo de la misma manera que ante Eslovenia. Además se sumó Curry para lastimar a una defensa mal parada. Kazlauskas comenzó a mover el banco buscando respuestas en un equipo que falló tiros increíbles por la ubicación de sus jugadores.

Estados Unidos terminó dominando el capítulo aprovechando los desaciertos de una Lituania que se fue desdibujando progresivamente, y que apenas pudo anotar catorce puntos en diez minutos. Los de Krzyzewski cerraron el segmento con la sensación de que el partido estaba terminado: 76-49.

Y fue así nomás, porque en el último cuarto no hubo oposición alguna por parte de los europeos, que resignados vieron como una vez más se quedaban en las puertas de una final. Estados Unidos sin exigirse demasiado, terminó el partido con algunas jugadas que deleitaron al público, y con la satisfacción de haber logrado el primer objetivo: llegar a la final del Mundial.

Roberto Martín
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