NBA 2019/20

Duncan Robinson, el jugador que no tendría que haber llegado a la NBA

19:11 20/12/2019 | El tirador de Miami Heat es una de las gratas sorpresas de la temporada, pero su camino no fue para nada fácil. A continuación, su historia.

Robinson festejando un triple (Foto: NBA)

"Eso es egoísmo", le dijo Michael Crotty, su entrenador de secundaria. "Me miraba como si tuviera nueve cabezas", comentó el técnico tiempo después. Tímido como pocos, solidario como muchos menos, Duncan Robinson ni siquiera era el mejor de su equipo en su etapa de adolescente, y su sueño era conseguir una beca que le permita estudiar sin tener que abonar dinero, ya que una matrícula para estudiar en una universidad de Estados Unidos es muy costosa. 

Afortunadamente, la oferta llegó y Duncan puso rumbo a Williams College, una universidad perteneciente a la Divisón III de la NCAA en la que el nivel no es muy bueno. La mayoría de las ocasiones, los jugadores no son observados por los reclutadores de la NBA, ni siquiera por los que vienen a observar potenciales talentos desde las divisiones uno y dos de la competencia. Pero Robinson iba a conseguir una hazaña y lograría que todos pongan los ojos en él.

Su primer año fue sublime y promedió 17.1 puntos, 6.5 rebotes, 1.8 asistencias, 1.1 robos y 1.2 tapas en 34.7 minutos en cancha. Además, un porcentaje de acierto de 45.3%. en triples, algo que comenzaría a ser su pan de cada día hasta sus tiempos actuales en Miami Heat. 

El primer paso

Ni lento ni perezoso, Duncan tomó por asalto la división III de la NCAA y se transformó en el segundo jugador en la historia de la NCAA en pasar de pasar desde esa competencia a la división I, luego de aceptar una beca completa de Michigan University. Lamentablemente, el tirador debió espera una temporada para ponerse los cortos por las reglas de transferencia que aplica el certamen. 

En el 2015 llegaría su momento de gloria y debutaría con Michigan, uno de los colegios más prestigiosos de Estados Unidos en materia deportiva. En esa campaña logró convertirse en uno de los hombres de confianza del entrenador, promediando 11.1 puntos y 3.5 rebotes, sin perderse absolutamente ningun encuentro en la temporada. A pesar del buen arranque, sus últimos dos periplos no fueron ideales y Duncan tuvo medias de 7.6 unidades en la 2016/17 y 9.2 en la 2017/18.

Sueños de libertad

En el pajar era una aguja y cuatro campañas en las que no logró destacarse más allá de sus presentaciones en su primer año atentaban contra sus aspiraciones de llegar a la NBA. Como consecuencia, no fue elegido en el Draft del 2018. Otro jugador se hubiera resignado y hubiera buscado otros horizontes. Pero Duncan no es de esos, y, fiel a su estilo, continuó entrenando duro y consiguió firmar un contrato con Miami Heat para disputar la Liga de Verano ese mismo año. 

En una etapa en la que los especialistas cotizan en oro, Robinson se nutre de ello y eso dejó claro en su pasaje por la Liga de Verano, en la cual promedió 12.1 puntos, 2.6 rebotes y 1.4 asistencias en siete partidos, con un excelente porcentaje de 55.3% en triples que le permitieron hacerse un hueco en el equipo tras firmar un contrato a dos vías, el cual le permitiría jugar tanto en la NBA como en la G League. 

Hora del debut

A pesar de que nadie creía que lo lograría, un 24 de octubre de 2018 llegó su día. Miami Heat estaba ganando cómodamente ante New York Knicks y en el fondo del banco aguardaba Robinson. Con el partido ya liquidado, Duncan fue reclamado por Erik Spoelstra y entró al rectángulo de juego, condecorando su momento con un triple, cuatro rebotes y un robo en sus diez minutos en cancha. Luego, iría y vendría de la liga de desarrollo, creciendo encuentro por encuentro hasta el final de la temporada.

Derribando barreras a por doquier, el gran show de Duncan llegaría en la 2019/20, sin que nadie lo espere, sólo él, que estaba listo para el desafío. Robinson sólo necesitaba una oportunidad y lo consiguió, transformándose en uno de los jugadores de rotación del equipo de Florida con grandes números de 11.8 puntos, 3.1 rebotes y 44.2% en triples.

Duncan Robinson no tendría que haber llegado a la NBA, pero lo hizo y de qué manera. Aguardó su momento, entrenó sin pausa y dejó que su juego hable por él. En tiempos de discriminación y generalizaciones, el tirador rompió todos los esquemas y le demostró al mundo que llegó para quedarse, que nada es imposible y que todo lo soñado puede ser realizado. 

 

Ignacio Miranda/ [email protected]
En Twitter: @basquetplus
En Twitter: @nachomiranda14

Compartir