De la NBA a la cárcel por asesinato: la historia de Javaris Crittenton
18:06 06/08/2020 | En 2011, estuvo inmerso en un escándalo con Gilbert Arenas. Cuatro años más tarde, se declaró culpable de homicidio.
Armas, asesinato, cárcel y el derrumbe de una vida que coqueteó constantemente con los peligros de la calle. Sí, la NBA también ha estado relacionada a este tipo de historias. Detrás de los finales felices y los ejemplos de superación, aparecen los relatos de aquellos que contrastan con ese mundo. Javaris Crittenton es el protagonista de una trayectoria que lo demuestra a la perfección.
Su pasado demuestra que siempre estuvo cerca de los problemas. Crittenton creció en el sur de Atlanta y, según contó él en varias entrevistas, forjó su juego en los playgrounds de la zona. En esos tiempos, se relacionaba constantemente con jóvenes que frecuentaban las esquinas y regaban al barrio de drogas: "Todavía tengo amigos que son camellos y hacen lo que hacen. No estoy unido a eso y tampoco estoy de acuerdo, pero siguen siendo mi gente"; confesó en 2007.
Impulsado por su innegable talento, logró despegarse un poco de ese ambiente y captar el interés de muchas universidades mientras jugaba en la Southwest Atlanta Christian Academy. Con Dwight Howard como compañero, supo promediar 29 puntos, 9 asistencias y 7 rebotes en su año senior. Tuvo varias ofertas de diferentes programas, pero eligió quedarse cerca de casa y se comprometió con Georgia Tech. Apenas duró un año allí y optó por declararse elegible para el Draft de 2007, liderado por Greg Oden y Kevin Durant. Él fue elegido en el puesto 19 por Los Ángeles Lakers.
En los primeros años en la NBA, se mantuvo calmado y no protagonizó problemas mayores. Sin embargo, nunca pudo establecerse como un jugador valioso para los conjuntos que representó. Fue traspasado en 2008 a Memphis Grizzlies y, un año más tarde, corrió la misma suerte y fue a parar a Washington Wizards. En esa temporada, aconteció el suceso que destrozó su carrera profesional. Luego de un altercado con Gilbert Arenas causado por una discusión durante un juego de cartas, este último llevó cuatro pistolas a un entrenamiento para asustar a Crittenton. Este, acostumbrado a situaciones de ese estilo, levantó una de las armas y le apuntó con ella.
Ambos fueron suspendidos por el resto de la temporada. Pero, para el nacido en Georgia, las cosas empeoraron. Jamás volvió a jugar un partido en la liga y tuvo que mudarse a China para continuar con su trabajo. Volvió y probó con los Dakota Wizards de la D-League, pero las puertas ya se habían cerrado.
El lockout del 2011 hizo que prácticamente se olvidaran de su presencia y eso provocó que fuera barranca abajo, sumándose a bandas callejeras como en sus inicios. Una caída en picada que lo hundió definitivamente en la oscuridad el 19 de agosto de ese mismo año: Crittenton creyó ver a un joven que le había robado sus joyas en la puerta de una peluquería durante abril. Paró su camioneta y disparó. La bala no fue hacia el hombre, sino que impactó en el cuerpo de Jullian Jones y le provocó la muerte. La joven tenía 22 años y era madre de cuatro hijos.
En 2015, se declaró culpable de homicidio involuntario con arma y asalto agravado con arma de fuego. A pesar de que aclaró que fue un terrible accidente y que daría lo que fuera por cambiar su lugar con el de aquella chica, fue sentenciado a 23 años de prisión. El peor desenlace para un muchacho al que los conflictos lo envolvieron de principio a fin y no le permitieron aprovechar la chance de escaparse del caos.
Leandro Carranza | [email protected]
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