NBA

Cuidar la historia

15:29 28/02/2019 | La NBA es una liga de renombre inmaculado por su gran respeto por la historia del juego y sus leyendas, a las que cuidan con mimo. En Charlotte, durante la celebración del pasado All Star, se volvió a demostrar. ¿Cómo? Con un desayuno.

Dell Curry, padre de Seth y Stephen, formó parte del Legends Brunch (Foto: Getty Images)

Hasta 2,000 personas invitadas, entre familiares, agentes, periodistas y sponsors, acompañados por empresarios cuyas donaciones para asistir al evento junto a sus familias serán bien invertidas por la liga. El Convention Center de la ciudad de Charlotte se convirtió, por obra y gracia de la NBA y sus sindicatos (La Asociación de Jugadores NBA y la Asociación de Jugadores Retirados), en un santuario del baloncesto recorrido por las sonrisas y la amabilidad extremas de mitos como Kareem Abdul-Jabbar, Bill Russell, Magic Johnson, Michael Thompson, David Robinson, Dikembe Mutombo, Dominique Wilkins... Tomándose fotos sin parar, firmando autógrafos, saludando a los miles de comensales repartidos en cientos de mesas mientras disfrutaban de un ‘desayuno/almuerzo’ exquisito. “The Legends Brunch”.

Profesionalidad al detalle...
Asistiendo a un evento de tal magnitud es fácil reconocer porqué la mejor liga del planeta posee tal título. Desde la capacidad oratoria del comisionado Adam Silver en el estrado hasta la implicación de la estrella local Kemba Walker a la hora de hablar en público, pasando por el reconocimiento a todas las estrellas de la historia de los Hornets: Alonzo Mourning, Glen Rice, Dell Curry o Muggsy Bogues (ovación cerrada de las dos mil personas para el más bajito de la sala), todos ellos presentes, por supuesto. Fueron introduciéndose unos a otros, con los pertinentes vídeos de sus mejores momentos en activo y discursos de lo más emotivo. Se honró la historia de un estado, el de North Carolina, donde se jugó el primer partido ‘integrado’ por blancos y negros del que se tiene constancia, seis años antes de que la NBA aceptase tal caso.

La leyenda Spencer Haywood explicó cómo funciona el sistema de pensiones para los veteranos, los seguros médicos, los clinics y viajes alrededor del mundo para ayudar en un trabajo filantrópico sin igual en cuanto a organización y desarrollo. De todo ese trabajo se entiende que tanto padres como hijos sonriesen sin parar, entusiasmados, al conseguir la foto con Magic, o con Bill Russell, cuando los más jóvenes ni han podido verles en acción... Pero saben bien quienes son gracias a que su legado se mantiene vivo.

... Y el colofón perfecto
Las contribuciones de las estrellas actuales a la Asociación de Veteranos son constantes, y sobre ello y la historia de dicho sindicato habló también Stephen Curry, presente junto a toda la familia para homenajear a su padre Dell. Steph puso la anécdota de la mañana al contar cómo, siendo niños él y su hermano Seth, supieron que el galardón de su progenitor como ‘Sexto Hombre del Año’ era importante “porque al entrar en casa dijo que gracias a ello tenía un anuncio con Burger King”. Y, cuando como en las buenas películas, parece que tras el ‘speech’ del campeón de la NBA ya está el impactante desayuno listo para sentencia, apareció la traca final. O lo que es lo mismo, entró en la sala dios, perdón, Michael Jordan. El silencio fue de impacto, el aura intacta, las caras de la gente petrificadas. En el día de su 56 cumpleaños el dueño de los Hornets, el anfitrión del All Star, el mejor jugador de la historia, el que más zapatillas vende... El que todo lo engloba, dio un discurso de clase sobre las leyendas de North Carolina, de su franquicia, de la historia de la Liga y de cómo consiguió el Sindicato a través de su amigo Sam Perkins (otra leyenda) convencerle para formar parte del Brunch más inolvidable que uno pueda recordar. Y es que cuidar la historia del juego es vital, cosa que la NBA hace como nadie.

 

David Carro, especial para Básquet Plus

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