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Ambos se enfrentaron hace dos semanas, en Mar del Plata, con triunfo del "tricolor", por 83 a 78, aunque el desarrollo no fue sencillo para los dirigidos por Leandro Ramella.

Bahía Básket tiene un estilo definido y siempre lo respeta. En el triunfo y en la derrota y sin importar cómo sea el trámite (favorable o desfavorable) durante el transcurso del juego.

Se trata de un equipo que, en consonancia con la idea del proyecto integral que encabeza Juan Ignacio "Pepe" Sánchez, no cuenta con figuras rutilantes. El presupuesto para el plantel es acotado (desde la dirigencia sureña argumentan que se priorizan otras cuestiones) y tan sólo se ha incluido a un extranjero, John Thomas, quien juega poco y rinde ídem.

De esta manera, el entrenador Sebastián Ginóbili apuesta a una rotación constante para mantener una intensidad extrema en todo momento, la cual puede conducir a buenos o malos destinos, porque el margen de error en el vértigo suele ser menor. Entonces, Bahía Básket es capaz de ganarle a un "cuco" o perder con un rival de tono menor. Le ha pasado en su propia cancha, donde le ganó a Boca y perdió con Ciclista Juninense. Así de irregular puede ser.

Los argumentos más importantes de Bahía Básket en cuanto a respuestas individuales pasan por Lisandro Rasio (promedia 13,7 puntos y 11,6 rebotes, líder de su equipo en ambos rubros), Omar Cantón (13,1 puntos y 6,3 rebotes) y Julio Mázzaro (11,6 puntos), más el crecimiento incesante de Lucio Redivo (8,9 puntos y 3,1 asistencias).

Una curiosidad propia de este nuevo sistema de disputa de la Liga: Bahía Básket jugará su octavo partido en la temporada actual, el sexto como local. Sólo jugó dos veces como visitante, ambas en Mar del Plata, ante Quilmes y Peñarol (sufrió sendas derrotas). Su récord es de 4 éxitos y 3 traspiés.

Para el equipo marplatense, en cambio, una victoria esta noche le permitiría ser escolta en soledad de Obras Sanitarias, único líder de la Conferencia Sur y, además, único con récord perfecto (5-0) en toda la Liga. El "tricolor" suma cuatro victorias y sólo una caída, aunque jugará por primera vez fuera de Mar del Plata, ya que en su único compromiso como visitante enfrentó a Peñarol.

El tremendo poder de gol de Walter Baxley, ahora para beneficio de su equipo en una versión dispuesta a pasar más la pelota (21,6 puntos, 4,3 rebotes y 3,0 asistencias) es el principal sostén de la ofensiva quilmeña, que araña los 80 puntos de promedio por encuentro. Por ahora, salvo destellos, no ha brillado. Pero ha ganado seguido y, en los últimos partidos, volvió a mostrar parte de su velocidad y precisión para definir acciones de contraataque.

Fuente: Diario La Capital de Mar del Plata