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La temporada 2015/16 fue totalmente agridulce para Golden State Warriors. Si bien es cierto que en las Finales sufrió una de las derrotas más chocantes de los últimos tiempos al perder una ventaja de 3-1 por sobre Cleveland Cavaliers, también lo es que completó una de las campañas más brillantes y sólidas de la historia. Y Stephen Curry, el líder del equipo, fue uno de los principales responsables. El base fue elegido como MVP por segunda vez en su carrera, convirtiéndose de esa manera en el primer jugador en ganar el trofeo de forma unánime.

El 30 de los Warriors se transformó en el primer atleta de cualquier posición con un promedio de 30 o más puntos en menos 35 minutos de juego por partido. Esa capacidad para encestar le valió el título de anotación de aquel curso. Pero, más allá de su impacto en casi todas las áreas, Curry brilló gracias a su tiro exterior: anotó 402 triples y pulverizó su propia marca de tiros de tres anotados en una campaña, que era de 286. Además, entró al selecto club del 50-40-90 al promediar 50% de acierto en lanzamientos de campo, 45% en triples y 90% en libres. 

Su nivel no sólo se tradujo en números y reconocimientos individuales. Golden State arrasó durante toda la temporada regular y terminó ese segmento con un total de 73 victorias, adueñándose del récord establecido (72) por los Chicago Bulls de Michael Jordan en 1996. El conjunto de la Bahía jamás perdió dos partidos de forma consecutiva y arrancó el torneo con una racha de 24 triunfos en fila.

Varias leyendas de la competencia habían coqueteado con ese logro a lo largo de los años. Los que más cerca estuvo fueron Shaquille O'Neal y LeBron James, quienes se quedaron a un voto de hacerlo en 2000 y 2013, respectivamente. Curry, en cambio, fue votado por los 131 concursantes como el número uno de una lista que dejó en segundo lugar a Kawhi Leonard y al propio James como parte del podio.