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No es ninguna novedad que el mejor básquetbol del mundo FIBA se juega en la Euroliga y mañana empieza una nueva temporada, la cuarta desde el cambio a una serie regular de todos contra todos y la primera con 18 equipos participantes, lo que subirá la cantidad de partidos en el año a 34 de fase, más playoffs y Final Four. 

En este contexto, no deja de asombrar que la Argentina tenga 7 jugadores repartidos en 4 equipos, de los 10 que en total tiene toda Latinoamérica, si sumamos al uruguayo del Baskonia Jayson Granger, que lamentablemente se perderá toda la campaña, y a los mexicanos Alex Pérez (Zalgiris) y Gustavo Ayón (Zenit). Argentina incorporó 3 más a los 4 del año pasado (Campazzo, Deck del Madrid y Vildoza y Garino del Baskonia), con los arribos de Laprovittola al Real, Bolmaro al Barcelona y el capitano Luis Scola al Olimpia Milano. Excelente noticia. 

De los 7, salvo Bolmaro, se espera que tengan buena participación en sus respectivos equipos. Para Laprovittola será el paso que necesitaba dar en su carrera, tras ganar el MVP de la ACB con un equipo medio como el Joventut, y ahora deberá demostrar en un grande que el traje no le queda grande. Depende de él, básicamente. El Madrid es un equipo que le debería caer de primera, por tener ya dos argentinos, por el entrenador experto que sabe manejar gente, como Pablo Laso, por ser parte de la misma ACB de la que viene y porque su responsabilidad no será excesiva. 

Scola, en tanto, volverá a una competencia de la que se fue hace 13 años siendo el máximo anotador histórico, pero a la que retorna en otro rol, claramente, aunque su reciente fantástico Mundial en China puede que genere mayor protagonismo del que un jugador de 39 años debería tener en una competencia como esta. Será el segundo jugador más veterano del torneo, apenas 45 días menos que el número uno, Felipe Reyes. 

Lo de Bolmaro es una brisa de renovación que suena a una hermosa ilusión, nada menos que en el equipo que fue la sensación del mercado en el receso: Barcelona. Los catalanes rompieron el chanchito, ficharon fuerte, pero no se olvidaron de su cantera, en la que Bolmaro pasó un año y donde aguarda expectante otro diamante en bruto argentino, Juani Marcos. 

En lo deportivo general, las aspiraciones generales al título no varían demasiado en relación a los últimos años. Barcelona recuperó a Nikola Mirotic y Alex Abrines de la NBA, le robó al campeón CSKA a Corey Higgins, le sacó de las manos al Madrid a Brandon Davies y repatrió de China a Malcolm Delaney. Equipazo con una única misión: ser campeón. 

El CSKA perdió material del bueno (De Colo, Higgins, Chacho, Hunter) y lo reemplazó lo mejor que pudo (Mike James, Voigtmann, Hilliard, Koufos). Parece bastante menos que el año pasado, pero los pingos se verán en la cancha. Los rusos siempre se terminan prendiendo. 

El Real Madrid vuelve a ser candidato. Pudo haber sido campeón en la última edición, pero varios errores en la semi ante el CSKA le impidieron buscar el bicampeonato. Ahora, casi con la misma plantilla (más Lapro y Mickey, sin Ayón), tiene las chances intactas. 

¿Y Fenerbahce? Los turcos vienen con presencia perfecta en las últimas 5 Final Four, pero la ganaron solo de locales en 2017. Volvieron a ir fuerte al mercado y se llevaron a De Colo, Derrick Williams y Leo Westermann. ¿Suficiente para las salidas de Melli y Gurovic a la NBA? Puede que sí. Nadie puede discutir que están en el lote de cinco candidatos. 

El flamente finalista de la 2019, Anadolu Efes, mantuvo su base con Larkin y Micic y se llevó a Chris Singleton del Barcelona. Muy buen refuerzo. El resto es casi el mismo, aunque Moerman arrancará siendo baja por su lesión en el Aquiles. No va a tener fácil repetir el campañón del año pasado. 

Del resto, Olympiacos puede ser aspirante a meterse en la pelea por llegar a la Final Four, algo más que Panathinaikos, mientras que nuestro candidato a ser la sorpresa, si así podemos decirle, es el Khimki ruso. Además de mantener a Shved (perdió a Mickey, es cierto), sumó a Timothy Mozgov, Sergei Karasev, Janis Timma, Dairis Bertans, Stefan Jovic, Devin Booker y al ex NBA Jonas Jerebko. Kurtinaitis tendrá ahora el trabajo de hacer de todas estas individualidades un equipo. 

Los 18 equipos
Calendario de la fase regular