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En la jornada de viernes se volvió a producir un tiroteo mortal en los Estados Unidos, más precisamente en la escuela secundaria de Sante Fe, una pequeña localidad situada a pocos kilometros de Houston. El saldo de este suceso lamentable y tristemente común en el país norteamericano dejó al menos diez muertos (nueve estudiantes y un profesor) y diez heridos.

En todo este clima de congoja y devastación, el equipo de la ciudad que está apenas 45 kilómetros del lugar del hecho, está trabajando para meterse en las Finales de la NBA. Con una serie igualada 1-1, el domingo se llevará a cabo el Juego 3 (desde las 21:00 de Argentina) ante los Warriors, en Oakland. Sin emabargo, lo que menos importa en estas horas es lo deportivo, tras la horrorosa realidad que está intentando sobrellevar la comunidad. En esa línea de pensamiento se expresó Chris Paul, luego del entrenamiento matutino de ayer: "Lo primero y más importante, aparte de los playoffs, que es algo sin importancia, comparado con lo que está ocurriendo en Santa Fe, es que nuestras oraciones están puestas en la víctimas y las familias que tienen que hacer frente a esta gran tragedia. La tragedia vivida esta mañana deja sin sentido hablar de los playoffs".

"Si nuestros colegios ya no pueden ser un área segura para la integridad de nuestros hijos, entonces hay algo que no está bien y no hacer nada porque esto cambie nos puede llevar a una situación crítica", destacó Paul. "Somos deportistas que al igual que el resto de los padres estamos preocupados por el futuro de nuestros hijos", culminó el base de los Rockets, que está disputando las primeras Finales de Conferencia de su carrera. Otro de los deportistas que brindó un mensaje de apoyo fue JJ Watt, el jugador de NFL de los Houston Texans, quien además se comprometió en solventar todos los gastos que tuvieras que afrontar las familias afectadas por la tragedia.