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Con un tuit, Adrian Wojnarowski les alivianó la noche a los fanáticos de los Rockets, ya que informó que el armador All-Star continuará en la franquicia texana, desterrando todo tipo de especulaciones que se habían tejido sobre una posible salida. Eso sí, los Rockets deberán tirar la casa por la ventana para retenerlo: según informó el colega de ESPN, se acordó un contrato máximo por cuatro temporadas y 160 millones de dólares. Era la única manera en que podrían tentar al base que llegó para dar el salto de calidad que tanto buscaban los Rockets y no la iba a dejar pasar.

Por el contrario, también se confirmó la salida definitiva de un miembro del plantel durante la última temporada. Sin duda es un golpe para los Rockets, ya que se trata de Trevor Ariza, un miembro importante dentro del sistema de D'Antoni, pese a haber a no haber tenido unas buenas finales del Oeste. También era agente libre en este mercado, pero todo indicaba que podría volver a firmar con Houston. Sin embargo, decidió apostar por la juventud de los Phoenix Suns, que en el último Draft se quedaron con DeAndre Ayton con el primer pick. Según informó Charania, el contrato será por un año y 15 millones de dólares.