Basquetplus.com

WS: Win Shares. Estimado de victorias aportadas al equipo, por su rendimiento estadístico.

Portland y New Orleans se encuentran en una serie protagonizada por dos equipos que excedieron las expectativas en esta campaña y que dejará al ganador como una de las grandes sorpresas de la segunda ronda de los playoffs (en relación a lo que se esperaba de ellos en la previa de la competencia). Si bien Portland tiene la ventaja de la localía, no podrá descuidarse ante unos Pelicans que encontraron muchísima química en las últimas semanas y que superaron con gran firmeza la lesión de DeMarcus Cousins.

Más allá de alguna derrota lógica en el último tiempo, los Blazers fueron el tercer mejor conjunto del Oeste, tanto por récord como por juego. Los de Stotts cambiaron rotundamente su identidad para esta 2017/18, donde si bien perdieron bastante de su habitual poderío ofensivo, se transformaron en una de los mejores defensas del torneo. Y si a eso le agregamos una media-cancha con el talento de Damian Lillard (uno de los que se metió en la conversación por el MVP) y CJ McCollum, no es difícil de entender el éxito que ha disfrutado el equipo.

De todas maneras, el secreto de Portland no está solamente ligado a la tarea de sus dos máximas figuras, ni a lo que pueda hacer Jusuf Nurkic cerca del aro. El verdadero punto fuerte de estos Blazers pasa por lo bien que encajan todas sus piezas y lo natural que se sienten todos dentro de su función. Su rotación de 10 hombres no tiene puntos flacos y a diferencia de su rival de esta primera ronda, dueño de una de las peores segundas unidades de la liga, su banco de suplentes trae soluciones y muchísima energía. Si logran ratificar esa mejoría defensiva en los playoffs, se pueden volver un equipo extremadamente peligroso.

Del otro lado aparecen unos Pelicans con una propuesta muy clara: jugar rápido (terminaron con el ritmo más alto de toda la NBA), tener un perímetro bajo pero muy creativo con el balón (suelen tener dos o hasta tres bases al mismo tiempo) y por supuesto, aprovechar todo lo que aporta el fenómeno de Anthony Davis. De todas maneras, New Orleans también tiene sus interrogantes: ¿les alcanzará con su muy sólido quinteto inicial o pagarán el hecho de tener una rotación que no suele salir de siete u ocho jugadores?, ¿podrán jugar con la misma soltura que lo hicieron durante la fase regular?, ¿podrá Davis dominar ante la potencia y agresividad del juego interior de los Blazers? Pronto iremos respondiendo cada una de estas dudas.