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Quilmes, junto con Comunicaciones, fue uno de los equipos que culminó su participación en esta temporada con la finalización de la fase regular. Se quedaron con un sabor agridulce: se salvaron del playout en la última jornada, pero se quedaron muy cerca de ingresar a la postemporada, por una derrota ante Olímpico sumamente discutida. En cierto modo, con un presupuesto que estuvo por debajo de sus principales competidores, pudieron cumplir con el objetivo principal que se fue amalgamando con el desarrollo de la Liga.

De hecho, por problemas económicos tuvieron que prescindir de los servicios del único extranjero del equipo en toda la temporada: Ricky Sánchez. De esta manera, jugaron con una ficha mayor menos y dieron ventaja en ese sentido, en el marco de una Liga totalmente competitiva y que no perdona esa clase de situaciones. Finalmente el puertorriqueño se reincorporó cerca del cierre de la temporada y le entregó mayor rotación a un equipo que se salvó en Salta, ni más ni menos que en el último partido.

Terminaron en la posición 17 de la tabla de posiciones, con un récord de 14 triunfos y 24 derrotas. La principal virtud de la institución tuvo que ver con que supo mantener casi la totalidad del equipo que en la temporada pasada había llegado a instancias definitorias de los playoffs, pero no pudo acercarse a ese rendimiento en la 2017/18. La ausencia de un jugador distinto, como lo es Luca Vildoza, fue demoledora y a su vez generó ciertos ajustes en el sistema del equipo (Eric Flor tuvo que preocuparse más por llevar la bola y eso influyó en cierta manera su faceta anotadora, por ejemplo).

El principal déficit del equipo de Javier Bianchelli estuvo en el costado defensivo y no lo pudieron sacar adelante en casi ningún momento de la temporada. Por lejos, fueron el equipo que más puntos permitió en la temporada (90.1 por partido). El número es altísimo, pero igualmente pudieron mantener la categoría porque tuvieron una dualidad muy grande y en el otro costado mantuvieron el poder de fuego: con 87 puntos encestados en promedio, fueron el ataque más anotador. El principal abanderado en ese aspecto fue Eric Flor, que con una media de 17.1 puntos por encuentro.

Otro de los jugadores que se destacaron en esta difícil temporada para Quilmes, fueron Iván Basualdo (7.7 rebotes) y Nicolás Ferreyra (4.8 asistencias). Javier Bianchelli seguirá en la próxima temporada del Cervecero y seguramente la meta será mantener la base y mejorar el aspecto defensivo del juego, que definitivamente les truncó las expectativas en esta 2017/18. Para dar el salto de calidad se necesitará algún refuerzo de jerarquía, pero habrá que ver si el club marplatense estará en condiciones de afrontar dicha inversión. Vale recordar que gran parte de su presupuesto depende de sponsors privados.