Bahía tuvo a Redivo en llamas y quedó 2-0: 98-93 ante Quilmes
23:10 24/05/2017 | El escolta anotó 35 puntos y junto a Anthony Johnson fue el gran responsable de un nuevo triunfo de los bahienses.
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Seguro que hubo triunfos más resonantes en el historial de Bahía Basket, aunque el de esta noche ante Quilmes, por 98 a 93, no sólo le dio la ventaja de 2-0 en la serie de Reclasificación, sino que resultó el número 200 -contabilizando Liga Nacional y competencia internacionales- y lo dejó a 1 de acceder a semifinales de Conferencia.
Claro que la frase hecha de que ningún partido es igual a otro en playoffs esta vez se confirmó desde el propio inicio del juego. La visita, en 2m40 había convertido más que en todo el primer cuarto del cotejo anterior. Ganaba 12-5.
Flor rompiendo y Basualdo cerca del canasto marcaban el camino, ante una defensa permeable. Del otro lado, Redivo asumía el protagonismo y respondía en la medida que no se apresuró.
Pancho Jasen resultó una buena alternativa con su tiro abierto (2-2 en t3), de todos modos, los rebotes ofensivos de Quilmes impidieron solidificar el juego y Bahía, que había descontado a 1, otra vez se vio abajo.
El reingreso de Lucio resultó positivo, ganó en velocidad en el 1x1, desarticulando los intentos de ayuda y los saltos defensivos. Bahía clavó un parcial de 11-1 y cerró el cuarto 27-22, con una tapa demoledora sicológicamente de Ramos a Flor, cuando tiró de contraataque sobre el final del período.
En la reanudación, la luz de Vildoza empezó a iluminar a los quilmeños, anotando rápidamente 8 puntos (incluidos 2-2 en triples). Bahía, además de complicarse en defensa sufría el permanente choque de Johnson cuando intentaba girar hacia el cesto y se topaba con la ayuda.
No obstante, Ramos dio soluciones, el Gordo le fue encontrando la vuelta y Bahía, inestable, hizo un 7-0 que le devolvió la ventaja (34-32). Después no pudo mantener y nuevamente en la curva ascendente, con algunas apariciones de Summers y Redivo logró otro parcial de 9-0. Con una zona y los lanzamientos de Ruiz, la visita volvió a complicarlo: 51-47 el primer tiempo.
Al regreso de vestuarios, firme atrás para contener la amenaza de Flor y la mayor fluidez con juego de pases adelante, para que le llegue la pelota con claridad a Johnson, se solidificó el local: 59-48. Dos triples de Quilmes, una ofensiva que sacó a Pancho por 4 (sumado a Levy), picaron el partido y revitalizaron a la visita, que Bahía contrarrestó con dos bombazos de Redivo: 64-54.
Con Johnson, Levy y Jasen en el banco, Bahía disimuló la falta de peso interior con una activa defensa y mucha dinámica ofensiva, ganando el cuarto 22 a 12: 73-59. Con mayor confianza y paciencia para sacar ventaja en el 1x1, Fjellerup asumió el protagonismo, el local se mostró liberado y sacó 16, más allá que dos triples seguidos volvieron a poner a Quilmes en carrera: 77-67.
Más positivo de lo que se había mostrado en el cuarto anterior, el Gordo Anthony dominó claramente por la espalda a Basualdo y desafió cualquier ayuda, en otra remontada de Bahía: 83-67.
A esta altura ya se había establecido la diferencia entre ambos. Y osciló entre 10 y 15 puntos. El juego se abrió, la gente se paró y festejó, con algo de sufrimiento en el cierre por errores propios, otra victoria que no fue una más... El sábado volverán a verse en Mar del Plata.