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Enorme partido se jugará por TV para todo el país en Bahía Blanca, entre los dos seguidores de San Lorenzo de Almagro, líder de la Conferencia Sur. Gimnasia (2º) visitará a Bahía Basket (3º), en choque clave para sus aspiraciones de Súper 4. 

Ambos se volverán a enfrentar antes de fin de mes (la fecha no está confirmada por la participación bahiense en la final sudamericana), en los que serán los dos encuentros de cierre de Bahía Basket en la primera fase. Si gana ambos, se asegurará un lugar en el Súper 4. Pero si pierde uno, sus chances bajarán considerablemente.

De todos modos, no es ése el objetivo central del enfrentamiento. Para Bahía, lo principal es cambiar la imagen dejada ante San Lorenzo el pasado miércoles, donde si bien defendió bien (dejó en 68 a su rival), tuvo enormes problemas ofensivos, primero mérito de San Lorenzo y, segundo, producto de sus bajos porcentajes en tiros. 

"Nosotros nos caracterizamos por la velocidad y el vértigo. En el juego fijo ofensivo se nos complica si no tomamos buenos tiros, y contra San Lorenzo no lo hicimos. Ellos hicieron además un gran trabajo defensivo, sobre todo anulando a Redivo", le dijo Ginóbili a Básquet Plus, y habló también sobre los efectos que tiene la cercanía de la final por la Liga Sudamericana. "Ninguno te dice si lo afecta o no, pero creo que tienen ansiedad y eso provoca algunas desconcentraciones y errores". 

Sobre la final sudamericana y lo lejos que parecía todo esto que le está pasando al equipo hace seis meses, Sepo dijo: "Si hubiésemos perdido el cuarto juego de los playoffs del año pasado en Junín, casi nada se hubiese dado, porque no hubiéramos jugado las semis de la Liga, ni la Sudamericana ni la Liga de las Américas. Y el balance de la temporada hubiese sido bueno igual".

Anthony Johnson viajó ayer a Buenos Aires para completar su visa para poder ingresar a Brasil a jugar ante Mogi, pero se lo esperaba anoche de regreso. No tendrá bajas por lesión. Gimnasia, su rival, volverá a sufrir la ausencia de Diego Romero (esguince de rodilla, se hará nuevos estudios el miércoles para ver cuánto tiempo necesita de recuperación).

Los comodorenses, de todos modos, no tienen bajas de fichas, ya que por Romero se mantuvo Rivero, que había llegado en lugar de Schattmann temporalmente. Cuando se defina la situación del pivote, se resolverá el futuro del plantel.

Gimnasia llega, más allá de ese contratiempo, en una situación magnífica, con 8 triunfos en fila, que le permiten tener un récord de 10-3 y aspirar seriamente a repetir su presencia en el Súper 4, del que es campeón reinante. De todos modos, su calendario de cierre de fase es complicado, ya que hoy inicia una seguidilla de 4 partidos seguidos de visitante (Bahía, Quilmes, Peñarol, San Lorenzo), para finalizar en casa ante su rival de esta noche, en fecha a confirmar. 

Por eso, el encuentro de esta noche tiene valor a futuro, sobre todo para Argentino, que empieza hoy una seguidilla de seis partidos consecutivos de local: tres de la primera fase y tres de arranque de la segunda. Se sabe que Argentino siempre ha hecho de su estadio una fortaleza, pero curiosamente viene sorprendiendo más afuera que de local.

En condición de visitante ganó 3 de sus últimos 5 partidos, perdiendo los otros dos en el final (77-80 ante Bahía y 89-94 frente a Quilmes). En realidad, desde la derrota fea ante Gimnasia en Comodoro 93-71 el 15 de octubre, el resto de los juegos o los ganó (5) o los perdió por muy poco (6, 3 y 5 puntos de diferencia). "Nos estamos encontrando, asociando. Estoy expectante, pero tranquilo, porque esto es largo, pero los chicos están entendiendo el tema defensivo. Estoy seis partidos que se vienen de local son importantes, pero no determinantes", nos dijo el entrenador Eduardo Japez. 

Además de la gran temporada que está haciendo Emiliano Basabe (9.5 puntos, 6.3 rebotes), todos acompañan, especialmente Chaz Crawford. "Entiende todo. Es un león en defensa cubriendo todos los espacios", dice Japez. Ahora, que están sufriendo la ausencia de Cortés (hoy tampoco jugará por su problema en el Aquiles), se potenciaron Zárate y García, mientras que el resto aporta, cada uno dentro de un rol.

Obras, su rival, todavía sigue en un proceso de adaptación quizá más largo, por la juventud de buena parte de su plantel, porque sigue moviendo piezas (llegó Mariani por Brown), y porque aun no logró una regularidad defensiva que le permita completar un ciclo de confianza. Ganó 2 de los últimos 3 (paradójicamente defendió mejor en el que perdió), pero todavía no tiene su identidad plena definida. 

Es un equipo más ofensivo que defensivo, como su entrenador lo acepta, y es en ese rubro donde todavía tiene más camino para recorrer. Horner le tapa muchos agujeros, pero Leiva sigue lejos de su mejor nivel, Bortolín busca su mejor forma física y todo eso, sumado, hace que se de una lógica de partidos buenos y otros malos.