Basquetplus.com

Desde que LeBron James llegó a la franquicia en la previa de la temporada 2018/19, Los Ángeles Lakers entendió que su destino era volver a competir por el título. Sin embargo, la lesión del Rey y el mal rendimiento de las piezas de rol hizo que se quedaran afuera de esa instancia en esa campaña luego de quedarse cortos con un registro de 37 triunfos y 45 caídas. Todo cambió en la siguiente, cuando el traspaso por Anthony Davis los volvió serios candidatos al título.

La negociación envió a Lonzo Ball, Brandon Ingram, Josh Hart y tres primeras rondas del Draft hacia New Orleans Pelicans. Significaba despedazar el núcleo joven que se había formado a través de altos picks en la ceremonia de selección durante varios años de derrotas, pero la llegada de uno de los jugadores más completos de la liga lo valía. Mantuvieron a Alex Caruso, a Rajon Rondo, a Kentavious Caldwell-Pope y a Kyle Kuzma y también arribaron Jared Dudley, Avery Bradley y Dwight Howard, estos dos últimos fundamentales en diferentes momentos del año.

Tras el despido de Luke Walton, Frank Vogel se hizo con el puesto de entrenador en jefe. Desde un principio, basó su sistema en la defensa con el juego interno como su piedra fundacional. En ataque, la conexión entre James y Davis fue el canal principal y también se enfocaron en hacer daño en la pintura ante los constantes problemas con el tiro de los actores de reparto. Con sus dos estrellas como líderes, fueron el conjunto más regular de la Conferencia Oeste hasta la suspensión por la pandemia del COVID-19: 49-14. En cuanto a lo individual, LeBron fue el mejor asistente del torneo (10,2 por partido) y quedó segundo en la votación por el MVP, obtenido por Giannis Antetokounmpo. La Ceja hizo lo propio con el DPOY, que también fue ganado por el griego.

En la burbuja de Orlando, los partidos de sembrado dieron la sensación de que los Lakers no estaban del todo preparados para dominar. Entre marzo y julio se sumaron jugadores como J.R. Smith, Dion Waiters y Markieff Morris, pero el funcionamiento del equipo no surgía más allá de lo hecho por el dúo estelar. Ganaron 3 de los 8 encuentros, cerraron la campaña con un 52-22 en el primer puesto y encararon los playoffs con otra mentalidad.

Portland Trail Blazers amenazaba con ser un duro escollo por su presente y el nivel de sus figuras, principalmente de Dame Lillard. No obstante, Los Ángeles enfocó su plan defensivo en el perímetro de los de Oregon y con un juego físico los sacó de la cancha: fue 4-1. El mismo resultado se repetiría en las Semifinales de Conferencia ante Houston Rockets. Esta vez, basándose en una premisa: borrar a James Harden y dejar que Russell Westbrook tome las decisiones. Avanzaron sin problemas hasta las Finales de Conferencia, en donde esperaban por Los Ángeles Clippers pero se toparon con Denver Nuggets luego de que estos dieran el campanazo. No hubo complicaciones superiores y los de Vogel volvieron a repetir el 4-1.

Estos últimos meses estuvieron marcados por la muerte de Kobe Bryant, quien falleció junto a su hija Gianna y siete otras personas en un accidente de helicóptero el 26 de enero. Desde ese momento, la franquicia angelina se propuso conseguir su décimo séptima coronación en honor al legado de una de sus máximas leyendas. Después de diez años de ausencia, volvieron a pisar las Finales de la NBA. Y tienen una nueva cita con la historia.