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Aquellos Boston Celtics de los años sesentas entran de lleno en la consideración sobre los equipos más dominantes de la historia no sólo en la NBA, sino en todos los deportes de conjunto. Sin embargo, existió un hombre que fue capaz de liderar a dos planteles hacia la consagración por encima de los orgullosos verdes. Se llamaba Alex Hannum y nació un día como hoy pero de 1923.

Bill Russell fue la gran figura de la institución dirigida por Red Auerbach y, con él a la cabeza, ganaron once títulos en trece años. Dentro de ese segmento, enlanzaron ocho consecutivos para dejar en claro quién mandaba. Pero fueron dos franquicias entrenadas por Hannum las que le impidieron encajar un pleno. Primero, lo logró con los Saint Louis Hawks en 1958. Bob Pettit y sus compañeros brillaron en el campo y el coach levantó su primer trofeo ante los Celtics.

Luego, repitió en 1967. Esta vez, en el banquillo de los Philadelphia 76ers y con Wilt Chamberlain como figura ante los San Francisco Warriors en la serie decisiva. Ese triunfo significó el cierre de la racha de coronaciones más larga que haya visto la NBA, luego de que vencieran a los de Massachusetts en las Finales de División.

El nacido en California fue mucho más que un director de orquesta deportivo. Se lo recuerda como un mentor, alguien que dejaba algo en todos sus dirigidos. Además de alcanzar la gloria en la máxima competencia estadounidense, también lo hizo en la ABA durante 1969 y con los Oakland Oaks. Hannum fue dos veces entrenador del All-Star Game, lo nombraron Coach del Año de la NBA en 1964 y de la ABA en el curso del mencionado título. En 1998, lo indujeron al Hall of Fame. Una parada merecida para el único hombre que se escabulló dos veces en el dominio histórico de Boston.