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NBA

A 51 años del cruce más importante entre Celtics y Lakers

11:39 05/05/2020 | En 1969, la franquicia de Los Ángeles estaba preparada para ganar el título y derrotar a la de Boston por primera vez en una serie decisiva. Sin embargo, todo se estropeó en el séptimo juego de la eliminatoria.

Wilt Chamberlain y Bill Russell. (Foto: Wikipedia)

La rivalidad entre Los Ángeles Lakers y Boston Celtics es la más importante en la historia de la NBA. Sus choques, tanto en las Finales como en temporada regular, le han permitido a la liga desarrollar momentos únicos y evolucionar en materia de difusión y de impacto a nivel popular. Sin embargo, ningún cruce ha sido tan significante como el que sucedió hace exactamente 51 años, en el partido decisivo de las series de 1969.

El pasado había forjado una narrativa incuestionable: la franquicia que dirigía Red Auerbach ejercía una paternidad casi absoluta sobre los californianos. En las seis NBA Finals en las que se habían encontrado, el resultado siempre fue favorable a los orgullosos verdes. No obstante, la de aquella temporada parecía ser totalmente distinta. Wilt Chamberlain, la fuerza ofensiva más dominante de esos tiempos, se había unido a Jerry West y a Elgin Baylor para ganar de una vez por todas el tan ansiado título.

La llave fue muy pareja, pero los Lakers llegaron al séptimo y definitorio encuentro con la chance de lograr una victoria como locales y romper la hegemonía celta. La confianza de los dirigentes estaba por las nubes. Se creían campeones antes de disputar el juego. Tanto, que el dueño Jack Kent Coole programó una lista de eventos que servirían como festejo: la banda de la Universidad de Southern California tocaría la melodía de "Happy Days Are Here Again", el emblemático relator Chick Hern entrevistaría a Baylor, West y Chamberlain y una gran cantidad de globos caerían justo desde el techo. Lo que no sabía Coole es que ese último detalle iba a encender la furia de Bill Russell.

El pivote, líder de los Celtics y por ese entonces en el peculiar rol de entrenador-jugador, participaría esa noche de su último partido como profesional. Todo aquello le pareció una burla, una minimización del poder de la dinastía que había construído. "Esos malditos globos se van a quedar donde están", dijo antes de la acción. Y así fue: contra todos los pronósticos, Boston derrotó a los anfitriones por 108-106 y se convirtió en el primer conjunto en ganar como visitante un séptimo cotejo de unas Finales.

Ambas franquicias no volverían a enfrentarse en un mano a mano por el anillo hasta 1984, cuando Magic Johnson y Larry Bird tomaron la posta de la competencia y reeditaron un duelo histórico. Sin embargo, lo que sucedió aquella jornada de 1969 permanecerá como un recuerdo imborrable en la memoria de una rivalidad que definió, define y definirá a la NBA.

 

Leandro Carranza | [email protected]
En Twitter: @basquetplus | En Twitter: @leocarranza99

 

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