Basquetplus.com

Darnell Rogers es una de las últimas historias heroicas de Estados Unidos. Mide 1,57 y la rompe en la NCAA jugando para UMBC Retrievers. ¿Sus promedios? 14.0 puntos, 3.8 asistencias y 3.3 rebotes que le permiten ser el goleador de su universidad, con apenas 1,57 metros de altura. Puede correr, tirar y asistir de muchas maneras y, gracias a sus escasos centímetros, es uno de los más rápidos del torneo. 

"Este chico es fuerte, los demás no están acostumbrados a jugar contra alguien como él, es único", explicó su entrenador un tiempo atrás. "El nos da velocidad y cambios de ritmo cuando tiene la pelota. Jugó de base toda su vida, también enfrentó a grandes jugadores y nos sentimos muy afortunados por tenerlo", finalizó. 

Pero todo lo heredó de su padre, Shawnta Rogers, quien vivió algo similar mientras jugaba en la Universidad de George Washington. Allí, su primogénito la rompía toda, de tal manera que en 1999 fue premiado como Jugador del Año de la conferencia Atlantic 10, una de las más competitivas y aguerridas de la NCAA. A él tampoco le sobraba altura y sólo es tres centímetros más alto que su hijo. 

A lo largo de la historia han habido jugadores que sorprendieron a todos y demostraron que el básquet es sólo cuestión de actitud. Muggsy Bogues y Earl Boykins son dos de ellos, quienes lograron hacer carreras muy fructíferas en la NBA, en donde defendieron los colores de Charlotte Hornets y Denver Nuggets, entre otros.

Su equipo, UMBC, también está creciendo y parte del nuevo programa que empezó hace un par de años es desarrollar talentos como el de Rogers. La temporada pasada los suyos dieron la sorpresa al vencer a la Universidad de Virginia, una de las mejores de la historia, pero este año van por más. ¿Podrán Rogers y los retrievers hacer historia? 

Ignacio Miranda/ [email protected]

En Twitter: @basquetplus

En Twitter: @nachomiranda14