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El básquet argentino a lo largo de su historia tuvo grandes leyendas que marcaron una época, que enaltecieron el deporte en el país. Muchos de ellos, hoy desde rol de padres, además de entrenadores y/o jugadores, están disfrutando de las semillas que sembraron porque sus hijos están dando sus pasos y escribiendo su propia historia.

Facundo Sucatzky es uno de los grandes jugadores que salieron de la Liga Nacional de Básquet. Campeón, pasó por varios clubes, también jugó en el extranjero, entrenador, un hombre importante dentro del básquet argentino. Thiago, su hijo, siguió los pasos de su padre. Comenzó a jugar, debutó en la máxima categoría de la mano de Atenas de Córdoba pero armó las valijas y partió.

Estados Unidos fue su destino. Una high school con el objetivo de llegar a jugar en la NCAA y luego, lo que el destino le depare. Lo cierto es que el joven ya comenzó a escribir su historia. Integra el seleccionado argentino en las divisiones formativas y recientemente fue clave en el título en el Campeonato Sudamericano U17. Dialogamos con él sobre este logro, su vida en Estados Unidos, sus objetivos y mucho más.

-¿Cómo te está yendo en Estados Unidos?
.Bien, bien, muy cómodo. Encontré un mundo acá. Estoy chocho. Estoy en una high school, la Divine Savior Academy, y en un programa de posgrado que es el que me trajo a Estados Unidos, el Miami Prep de Pilín Álvarez.

-¿Cómo te sentís, te cuesta estar lejos de tu casa?
.Al principio bastante complicado porque uno sale de su zona confort, de donde se sentía cómodo. Pero siempre tuve claro lo que quería, hacer crecer mi juego, creo que en Estados Unidos está el siguiente nivel y siempre tuve ese hambre de querer competir contra los mejores. Fue duro pero con el objetivo claro.

-Aparte te fuiste de chico.
.Tenía 16, venía de debutar en la Liga Nacional con 15-16 años y de ahí me vine.

-¿Por qué elegiste u optaste irte a Estados Unidos si ya habías empezado a jugar en Liga?
.Lo de la Liga fue algo muy rápido, no era algo que esperaba que pasara. Sí tenía propuestas para quedarme pero creo que estaba más allá de eso el futuro, no era pensar a corto plazo sino pensar más a largo plazo. Era lo que queríamos yo y mi familia. Creo que hoy los argentinos eligen mucho irse a Europa y no tanto a Estados Unidos y creo que acá está perfecto. El nivel universitario es de lo mejor que existe y no se sabe mucho. Creo que era la mejor opción que podía haber tomado.

-Aparte de jugar y mejorar la parte deportiva, estudias en algunas de las mejores universidades del mundo, algo que en Europa no tenés.
.No. Aparte terminas con un título, terminas con algo y terminas de estudiar en Estados Unidos, lo cual te da una ventaja grande. Te abre mucho la mente de manera psicológica. También aprendes otro lenguaje como el inglés que es universal.

-¿Crees que tomaste la decisión en el momento justo o pensas que podría haber sido en otro momento?
.Creo que la edad a la que vine es la edad justa porque si querés venir a Estados Unidos tenés que venir temprano porque es un mundo diferente, un juego diferente y cuesta adaptarse. Cuanto más chico venís, las puertas pueden ser más grandes. Obviamente que hay muchos que tienen la oportunidad y se vienen directamente a la universidad, pero creo que es mejor de antes porque te adaptas más a lo que es este mundo y agarras más roce, aprendes muchas cosas.

-En tu posición hay otros chicos, como Juanse Gorosito, antes de empezar la universidad para hacer la preparatoria y ves que su juego cambió, evolucionó y supo adaptarse a la NCAA y está jugando en buen nivel.
.Lo conozco mucho a Juanse, hablamos mucho. Justo te estaba por dar ese ejemplo. Él está en una gran universidad y mejoró su juego muchísimo. Tiene una cantidad de gol en sus manos, impresionante.

-Aparte de Juanse, ¿hablas con alguno de los chicos que están allá, los ves?
.Tengo un amigo, ahora está en un posgrado en Washington, se llama Drazen (Sinigoj), jugamos juntos en la Selección en el Premundial de México, es 2005. Después tengo un cordobés conocido que se llama Lucas Mercandino, que debuto esta semana. Tengo un amigo que está jugando en una universidad de Miami, se llama Santiago Insaurralde. No está mucho en el mercado porque se vino de temprana edad, es de Misiones. Juega bárbaro. Está Farabello, está Cáffaro. Creo que cuando el argentino conoce el mundo universitario, no se quiere ir más. Podés preguntarle a cada uno.

-¿Vos qué apuntas para el futuro?
.Obviamente mi sueño es ser jugador de básquet profesional. Jugar en la mejor universidad que pueda jugar acá en Estados Unidos. Seguir mejorando e ir desarrollándome para que cuando termine la Universidad, partir para donde el básquet me lleve. Si se puede seguir acá en Estados Unidos y sino ir para Europa y jugar de manera profesional y al nivel más importante que se pueda.

-¿Tuviste ofertas de universidades?
.Ahora mismo tengo dos. Las dos son tremendas universidades, son División I. Una es Kansas y la otra es Southern Mississippi, que es una universidad espectacular también, son de muy alto nivel.

-Vos recién tenés que elegir a fines del año que viene.
.Si, claro, claro. Cuando termine el high school. Tengo muchos intereses. Las universidades me están viendo, me están siguiendo pero todavía falta para el proceso de que me manden ofertas. Pero en sí, me está yendo bastante bien en eso.

-¿Hablas mucho con tu viejo? Él fue jugador, estuvo jugando en varios lados. ¿Qué función cumple en tu vida? Aparte de padre, de los consejos como padre, también como jugador y como entrenador.
.Mi papá es el pilar de mi vida, con mi mamá. Son los que me ayudan a crecer día a día. Obviamente uno al venir solo con 16 años madura mucho pero necesita mucho la ayuda de sus padres y el apoyo para tomar esa decisión. Mi papá me ayuda como entrenador. Si bien él no está acá en el día a día, yo me apoyo mucho en él, le pide consejos, me ayuda mucho con lo que pasa dentro de la cancha de básquet, en la parte psicológica, por todo lo que vivió. Y obviamente que mi mamá también está siempre para todo.

-¿Cómo es el día a día con tu viejo? ¿Él mira tus partidos, te hace devoluciones, críticas o solo aporta cuando vos le pedís?
.Siempre está. Siempre está apoyando, siempre está preguntando cómo estoy entrenando, él sabe todo. Mira todo los partidos. Siempre después de los partidos lo llamo a él primero que nadie. Es muy sincero, si me tiene que caer arriba, si me tiene que decir la verdad aunque me duela me lo va a decir. Cuando me tiene que felicitar, me felicita. Es muy padre muy presente y muy realista. Se pone mucho como entrenador y eso me ayuda para no bajar los brazos y siempre poner los pies sobre la tierra y ver la realidad de lo que es.

-Él que estuvo en otro momento de la Liga Nacional, que llegó de un lugar chico, fue Selección Argentina, en el momento de decidir si irte a desarrollarte a Estados Unidos o quedarte en Argentina, ¿Qué te dijo?
.Como te dije antes, siempre tuvimos en claro que Estados Unidos iba a ser una gran opción. Siempre me aconsejó porque, como decís vos, él vivió las mismas experiencias que yo, se fue de la casa con 16 años para perseguir un sueño. Fue algo importante tener el apoyo de alguien como él, que me diga: ‘crecé, andá’. Luchar día a día, trabajar por lo que uno quiere, entrenar duro, siempre me inculcó entrenar como un animal, nunca bajar los brazos, siempre mejorar, buscar la perfección.

-¿Lo llegaste a ver jugando?
.Lo llegué a ver pero ya en lo último de su carrera, yo era muy chico. No recuerdo mucho. Siempre veo videos y sé el jugador y que fue una leyenda del básquet argentino.

-¿Tratas de imitar cosas de él, lo ves como un espejo para desarrollar cosas tuyas?
.Sí, la verdad que si. Es un gran ejemplo a seguir. En realidad me reflejo mucho, además de su juego, en Facu Campazzo, creo que es un juego más parecido al mío, salvando distancias. Generar juego, penetrar para pasar. Siempre que veo vídeos de mi viejo, trato de sacar cosas de él.

-¿Cómo viste el Sudamericano, cómo analizas el desempeño del equipo?
.El torneo fue increíble. El equipo fue creciendo partido a partido. Nos desarrollamos muy bien a lo largo del torneo, siempre tuvimos el foco muy en claro de lo que queríamos. El equipo trabajó para eso y cada jugador tenía muy en claro lo que tenía que hacer por el equipo y eso fue algo que nos hizo crecer y llegar hasta donde llegamos.

-¿Y tu desempeño?
.Me fui muy contento. Creo que hice un gran torneo, que pude jugar como yo sé. Obviamente, muchas cosas para mejorar, para aprender. Un torneo de mucha calidad, muy buenos equipos.

-Se veía de afuera mucha comunión entre ustedes, como que era un buen grupo, que estaban muy unidos, ¿eso pasaba puertas adentro?
.Eso, eso justamente yo creo que fue la clave del torneo. Haber podido pasar lo que teníamos como grupo afuera de la cancha, llevarlo para adentro. Afuera de la cancha éramos muy unidos, formamos una familia y por suerte pudimos plasmar todo eso adentro de la cancha.

-Unos días antes del torneo hablé con Iván Prato y le pregunté si se tenía líder, referente del equipo y me dijo que eras vos porque eras de la categoría. ¿Te sentiste así?
.Creo que fui uno de los que siempre trajo energía, que siempre fue para adelante por el equipo. Te podría decir que sí, que fui uno de los referentes, de los que apoyaba siempre a todos pero creo que fue todo por el equipo, para que al equipo siempre le vaya bien. Siempre el equipo estaba por delante de uno.

-Creo que de los últimos años, debe ser uno de los equipos con mayor cantidad de jóvenes jugando fuera del país, creo que eran 5 o 6. Hace un par de años era medio impensado para esta categoría. ¿Por qué crees que se da ese éxodo de jugadores tan jóvenes y si lo hablan internamente?
.Se habla mucho de eso, de cómo entrenamos, de las cosas que mejoramos. Creo que hay muchos jugadores afuera porque llega un nivel o un momento en el cual uno para crecer individualmente como jugador, necesita irse. Lamentablemente y es algo feo, pero es así. Hay muy pocos clubes en Argentina que están para desarrollar jugadores. Afuera se trabaja mucho lo individual, lo que te ayuda a crecer. Hablamos mucho sobre el tema. Obviamente irse desde muy chico cuesta, pero si uno piensa en el futuro, se va. Creo que todos los que estábamos en el Sudamericano U17 tenemos un objetivo claro, ser jugadores profesionales y sabemos que para desarrollarnos mejor, hay que irse del país.

-¿Qué objetivo, que sueño tenés con la Selección Argentina, hasta dónde querés llegar?
.Te soy sincero y es una meta muy larga, quiero ser el próximo base de la Selección Argentina. Me encantaría lograrlo, voy a trabajar para esto, voy a esforzarme, poder aprender, seguir mi carrera, ir paso a paso para crecer como jugador. Quiero llegar hasta lo más lejos que pueda, que me dé.

Federico Radulovich / [email protected]
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