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Si hay un nombre propio para describir el triunfo de Chile ante Argentina por 79-77, ese es el de Manny Suárez. Este interno chileno nació en Nueva Jersey y es parte de un programa de rastrillaje que hizo el país trasandino para los jugadores con raíces de aquel país de donde también consiguieron tener a Nico Carvacho, una de las figuras del equipo que no pudo estar esta vez.

De padre español y madre chilena, hasta su etapa universitaria no tuvo contacto con Chile, como contó en charla con Básquet Plus: “No tuve conexión desde chico. La primera vez que fui a Chile fue cuando tenía 17-18 años, cuando había ingresado a la universidad. Mi mamá se fue de Chile a Estados Unidos cuando era joven, así que mi conexión solo era desde ella, que me transmitió la cultura”.

Previo a esto, en 2015, cuando se encontraba jugando en Fordham en la NCAA, sintió malestar en el corazón y fue internado. Allí le detuvieron el corazón para darle un shock eléctrico y desde ahí no tuvo más problemas. A pesar de esto, por la falta de minutos decidió bajar a la Division II a la Universidad de Adelphi, teniendo una tarea destacada que le permitió volver al primer plano universitario de la mano de Creighton.

Su primer paso como profesional fue en Chile, donde su conexión se fortaleció gracias a una familia: “Cuando llegué a jugar a Deportes Castro, conocí a Patricio Muñoz y Felipe Muñoz y mi amor por Chile creció porque era una buena familia y buenas personas. Ellos me abrieron su casa, fui como su hijo y mi conexión creció a partir de ese momento”.

Y cuando fue convocado por primera vez no dudó: “Era una oportunidad que no podía decir que no, y mirá ahora, cinco años después le ganamos a un equipo que todo el mundo decía que no podíamos hacerlo”.

Desde ese momento Chile no paró de crecer, como expresó: “Antes nos decían que no podíamos competir. Ahora estamos jugando mucho mejor con Nico Carvacho, Felipe Haase y todos los chicos y le estamos demostrando a todo el mundo que Chile no es solo fútbol, puede competir en baloncesto. Este partido que ganamos es un gran paso para no solo en Chile, sino para dar un golpe en el mundo".

Y el compromiso con su seleccionado es inquebrantable, tal y como lo muestra el periplo que hizo de ida y vuelta desde Estonia, donde se encuentra jugando, con un viaje eterno entre horas y escalas: "No tengo palabras para describir lo que significa. Es una sensación mágica representar a un país así”.

Disputó los clasificatorios al Mundial 2019 y 2023 y para la Americup 2022. Solo faltó al Preclasificatorio Olímpico. Después de pasos por España, Hungría y Bulgaría previo a esta temporada, Suárez volvió a ponerse la camiseta chilena y guió a su equipo con 29 puntos a un triunfo ante Argentina que difícilmente olvidará.

Alejandro Malky / [email protected]
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