Historias de Liga

Valentín Bettiga, apuesta aprobada en Ferro

13:03 11/04/2021 | El escolta aprovechó su momento y fue una pieza necesaria para la salvación de Ferro. Pudo haber sido un recio marcador central, pero eligió el básquet.

Valentín Bettiga y su mejor temporada en su carta carrera vistiendo los colores de Ferro (Foto: Liga Contenidos)
Las historias deportivas se basan en decisiones cruciales, elegir un camino u otro puede significar un punto de inflexión y en Valentín Bettiga, la naranja número siete por sobre la redonda número cinco fue su punto de partida. 
 
Coronel Pringles, un pueblo ubicado a 500 kilómetros de Capital Federal fue el escenario donde comenzó a escribirse la hoja de ruta de Valentín Bettiga, un joven de 21 años, jugador profesional de básquet, pero desde siempre amante de todos los deportes. 
 
"Siempre me gustó hacer deporte, jugaba al fútbol de marcador central, al handball y al básquet. Hubo un tiempo que dejé el básquet por el fútbol, casi un año, pero después volví porque me di cuenta que me gustaba más el básquet", contó y afirmó Béttiga sobre su romance esporádico con el balompié y posterior enamoramiento con el baloncesto.
 
En una familia donde ninguno es deportista profesional ni muchos menos, el niño Valentín dio sus primeros pasos con el básquet en el Club Alem de Coronel Pringles, pueblo de donde es oriundo, y en su afán por divertirse al deporte que lo convocase, mejoró tanto que le llegó un llamado de Olimpo de Bahía Blanca para sumarse a las formativas a la edad de 14 años.
 
"En Coronel Pringles hay una liga con Tres Arroyos de donde salió Máximo (Fjellerup) y Fermín (Thygesen) por ejemplo, pero sin mucha competencia a decir verdad. A los 14 me llamaron de Olimpo y fui a hacer la prueba, quedé y se podría decir que fue mi primer salto en mi carrera", relató el alero que debutó en la Liga Nacional un cinco de diciembre del 2018 ante Obras.
 
La decisión con la que juega en la cancha, cuando corre de costa a costa tras un rebote defensivo, también la tiene para cuestiones de la vida, de su carrera. "Me fui a Olimpo a ver como me iba, con expectativas pero tranquilo sabiendo lo que quería. Y ese año fue muy bueno por suerte, jugué el Provincial y pude salir campeón del Argentino de selecciones con Provincia y además me dieron el MVP. También me llamaron para la selección nacional y quiera o no todo eso hizo que me termine dedicando al básquet", reveló Béttiga sobre sus inicios y la transición casi natural a intentar ser un profesional del básquet.
 
El destaque tempranero en Olimpo llamó la atención y si bien tuvo su desarrolló fuerte en el elenco bahiense, una experiencia en Deportivo Viedma para jugar la Liga Argentina fue un granito de arena más para su crecimiento, aunque no haya tenido mucha participación.
 
Haber estado en una convocatoria de selección nacional en formativas es un punto importante para el curriculum y aquellos clubes que gustan de reclutar jugadores suelen mirar esas cuestiones y Ferro no dudó.
 
"La llegada a Ferro fue tranquila, nunca me impidió el tema de la distancia irme a algún club y en esta ocasión, más allá de que no estaba tan lejos de mi casa, tomé la oportunidad como un lindo desafió. En ese sentido fui siempre maduro, nunca tuve problemas en hacer el bolso y partir", sostuvo el alero y su compromiso de dar todo en Ferro y además de adaptarse a la Capital Federal
 
Sobre ser un porteño por un tiempo, expresó: "Capital es muy linda, vivo cerca de Ferro así que no me muevo por otros lados que no sea cerca del club, pero lo que conocí me gustó".
 
Ferro tuvo una temporada dura con mucho menos presupuesto económico que otros años y dándole la confianza a un entrenador debutante como Federico Fernández, tenía la misión de no jugar la permanencia. Las fichas se movieron y el equipo se basó en jugadores jóvenes y otros de más experiencia, pero sin tanto recorrido en la máxima categoría, intentando armar un equipo de obreros y apostar más a la química colectiva que al talento individual.
 
En este contexto se dio la llegada de Pablo Osores, un jugador de vasta experiencia en el antes llamado TNA y ahora Liga Argentina, para cumplir la función de alero anotador. Pero con apenas diez partidos y con mucho de infortunio sufrió la rotura parcial del tendón de aquiles y chau temporada.
 
Las dudas inquietaron al cuerpo técnico sobre si salir rápido al mercado o buscar en el plantel la solución, alguien que diera el paso al frente y allí estuvo Valentín Bettiga. Antes de la lesión de Osores (ocurrió tras 12 juegos) promediaba 9.27 minutos, 1.8 puntos, 3.3 rebotes y 0.6 asistencias.
 
Con la oportunidad en la mano, el ex Olimpo incrementó sus números y se hizo muy importante en la rotación con 22.4 minutos, 7.6 puntos, 6.2 rebotes y 1.7 asistencias:"Lamentablemente por la lesión de Pablo, un gran jugador y gran persona, me tocó reemplazarlo y dar la cara. La verdad que con el apoyo del cuerpo técnico, compañeros y dirigentes creo que hice un buen laburo, sirvió para cumplir el objetivo de no jugar por el playoffs de permanencia, muy feliz por el gran año que tuve".
 
Y como todo jugador promesa, los sueños inquietan y se transforman en metas a futuro, por eso el pringlense anhela con jugar al máximo nivel en Europa: " Sueño jugar Euroliga como cualquier jugador joven. Ir al exterior es otra de las metas que tengo y ojalá pueda alcanzar".
 
Simple, sencillo, sabiendo que quiere y cómo, Valentín Bettiga demostró en esta temporada que ya no es una ficha de relleno en un equipo y que se puede confiar en él como lo hizo Ferro, que apostó por el Ruso y aprobó el examen con un joven que pide pista y quiere más.
 
Mauro Osores / [email protected]
En Twitter: @basquetplus
En Twitter: @osoresmauro
 

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