Reggie Bullock, en el nombre de sus hermanas
09:59 12/08/2021 | Cómo jugar en la NBA a pesar del dolor. El ex Knicks se sobrepone a los asesinatos de sus hermanas con el básquet como refugio.
La vida de un jugador de la NBA puede suponerse resuelta por el solo hecho de pertenecer, con dinero, viajes en primera clase, hoteles de lujo, autos caros y demás cosas, pero nada es lo mismo si no se tiene a los afectos y más si te los arrancan de cuajo como le pasó a Reggie Bullock, enterándose de los asesinatos de sus hermanas por diversas llamadas telefónicas.
“No importa quién eres, qué tan duro crees que eres. Escuchar algo así te arrancará todo el corazón. No eres el mismo después de esa llamada. Nunca”,eso fue lo que escribió Reggie Bullock en una carta en The Players Tribune como preludio para contar su calvario con el convive día a día tras las pérdidas de sus dos hermanas.
Baltimore fue su lugar de nacimiento y donde creció en buena parte de su infancia, hasta que se mudaron a Kinston, Carolina del Norte. Sin embargo Baltimore siempre solía ser un lugar de veraneo, donde volvían a conectar con sus pros y sus contras. La delincuencia en esa ciudad la pone como uno de los lugares más inseguros del país con una alta tasa de asesinatos diarios (uno por día).
El básquet siempre fue la conexión y el deseo de Reggie, en Kinston primero en el high school y luego en la renombrada Universidad de Carolina del Norte, donde brilló ni más ni menos que Michael Jordan. Un gran tercer año universitario con 13.6 puntos de media y casi un 50 por ciento en tiros de tres puntos, pusieron su nombre a la veda de la NBA, soñando con el Draft del año 2013.
La ceremonia anual de la lotería de jóvenes promesas marcan un antes y un después de muchas familias por eso que para esa noche, Reggie junto con su círculo íntimo, incluyendo a sus dos hermanas todavía vivas, alquilaron un salón para seguir en directo con amigos su suerte en relación a su futuro NBA. El nombre Reggie Bullock se escuchó alto en el puesto número 25, en la primera ronda y Los Ángeles Clippers eran quienes se lo llevaban y entre tanta alegría, Reggie no dejó pasar por alto un detalle.
“Recuerdo que la noche del Draft alquilamos un pequeño gimnasio en el centro comunitario de Kinston para seguir la lotería con familia y amigos. Nunca olvidaré la expresión del rostro de Mia cuando llamaron mi nombre. Solo la miré y pude ver en su rostro orgullo, con esa gran sonrisa que tenía. Un recuerdo que no pueden quitártelo, vive para siempre”,rememoró con esa mezcla de nostalgia y dolor al mismo tiempo.
La primera temporada como rookie siendo un Clippers estuvo signada como muchos debutantes con poco protagonismo en cancha (jugó 43 partidos con 9.2 minutos de promedio) y un verano siguiente de mucho trabajo para su segundo año.
En ese ínterin, estando en California tras un entrenamiento, tomó su móvil y tenía muchas llamadas perdidas, de su hermana Keiosha, de su madre y hasta un mensaje de voz de un detective. Cuando se enteró, el mundo se vino abajo, su hermana Mia había sido asesinada a puñaladas y le quitaron la vida a los 26 años, sin conocer a un culpable ni el porqué más que sufrir el calvario de ser una chica trans en un mundo cerrado.
“Mia era trans y se enfrentó a mucha negatividad por esa situación y creo que fue la causa de su muerte. Una de las cosas más dolorosas de su muerte fue que a pesar de que como su familia todo le mostramos amor y apoyo, hubo muchas cosas que no sabíamos y quizás deberíamos haber preguntado más. Saber qué le pasaba a diario, creo que probablemente se enfrascó mucho y no quería que supiéramos acerca de los diferentes problemas que estaba pasando a diario en su vida privada”,comentó Reggie.
El estupor y la tristeza se apoderaron de la familia y Reggie se apegó aún más a su hermana Keiosha para procesar juntos el dolor de la muerte de Mia, un asesinato que no está esclarecido ni lo estará.
"Baltimore es Gun Central, una mierda. Hay muchos casos sin resolver, no han hecho nada al respecto y nunca se hará",admitió con resignación.
La vida basquetbolística de Reggie tuvo otro destino en suerte, Michigan para jugar en los Pistons, tras dos años en Clippers y un fugaz paso por Phoenix. Allí estuvo unido a Keiosha y ambos fueron juntando sus pedazos para afrontar la pérdida de una hermana. En el final de la temporada 2018, Detroit decidió darle otro rumbo a Reggie y retornó a California, esta vez para jugar un puñado de partidos (19) en los Lakers.
La off season vino con una gran noticia para Bullock ya que acordó su llegada a los Knicks a cambio de ocho millones de dólares por dos temporadas. Todo iba un poco mejor, hasta que la desgracia volvió a llamar a su puerta, mejor dicho al teléfono móvil y durante el entretiempo durante un juego ante el Magic, donde Reggie estaba en la lista de lesionados sin cambiarse, se le desmoronó todo nuevamente.
"Mi mundo se detuvo, quedé flotando en el espacio. Los fanáticos gritando en el estadio y yo sin lágrimas, sin palabras, solo aturdido por lo que había escuchado segundos antes del otro lado de la línea: 'le dispararon a Keiosha, le dispararon a Keiosha",relató. Otra vez la misma ciudad, el mismo desenlace solo que esta vez fueron balas y no puñaladas, pero la para la cuestión es exactamente lo mismo, la delincuencia llevándose vidas sin importar nada.
“Nunca me había sentido tan destrozado en mi vida. Mis dos reinas, las dos que tanto eran para mí. Mierda, nada volverá a ser igual, ojalá hubiera podido hablar una vez más aquel día, les fallé como hermano protegiéndolas y lo he hecho dos veces”,comentó en un fragmento que puso en su cuenta de Instagram una que se enteró sobre el asesinato de su segunda hermana.
La película de la vida continúo para Reggie Bullock, sabiendo que dejar de jugar no era una opción y deprimirse es lo que no hubieran querido sus hermanas tan orgullosas de él viéndolo cada noche en la NBA. En Nueva York tuvo una gran temporada la última, con el equipo entrando en playoffs después de ocho años y sus 10.8 puntos, con un 41% en lanzamiento de tres contribuyó para el resurgir el Knicks.
Ahora su futuro inmediato está en Dallas junto a Luka Doncic y Reggie lo hará como siempre, dándolo todo con la compañía sus hermanas, aquellas que le regalaron muchas sonrisas y hoy son el combustible para que cada mañana se levante e intente superarse en la cancha y hacerlo por las memorias de Mía y Keiosha, sus reinas que no dejarán nunca de brillar en lo profundo de su alma.
Vivir a pesar del dolor, una materia de la que Reggie Bullock ya es experto.
Mauro Osores / [email protected]
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