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San Antonio Spurs se quedó con su primer campeonato de la NBA en 1999, luego de vencer en la final a los New York Knicks por 4-1, festejando su primer título en el Madison Square Garden. Aquella campaña fue la que se jugó con apenas 50 partidos de fase regular, debido a lockout patronal que hubo y además está marcada por el segundo retiro de Michael Jordan o mejor dicho su último baile con los Bulls.

Por eso que las internas en Chicago, la no renovación del entrenador y el cambio completo de la plantilla, no iba a tener a Jordan subido a ese barco por eso que dijo adiós. Pero si se hubiese dado otro baile más, las chances de ir por el cuarto título en fila no era una quimera.

Pero entre todos esos supuestos, los Spurs fueron una realidad apoyándose en las Torres Gemelas (apodo tristemente célebre), David Robinson y Tim Duncan, más Sean Elliot como alero y Avery Johnson como base armador. Un lindo equipo tenían los Spurs con un joven Gregg Popovich en su tercera temporada al frente del equipo.

Pero claro, Phil no estaba tan de acuerdo con darle todo el crédito a San Antonio por ese título de 1999 y lanzó un piedra a San Antonio: “Los Spurs necesitaban un asterisco junto a su título del año pasado, en la que se jugó una temporada atípica y acortada por el cierre patronal”.

Tras un año sabático,  Jackson llegó a los Lakers para poder trabajar e intentar que Kobe y Shaq consigan su primer título de la NBA. Entonces el Maestro Zen se puso manos a la obra y ganó la fase regular de punta a punta con 67 triunfos y 15 derrotas en la temporada 1999/00.

El título fue casi que un trámite para LA, el primero del tricampeonato, en el cual no se cruzaron con San Antonio hasta en el segundo anillo, cuando se midieron en las finales y la victoria angelina fue por un lapidario 4-0. 

Phil estaba contento con ese logro, por esta por seundo año consecutivo en la final, pero también se acordó de los rivales y de Pop, enviando un mensaje a los campeones eliminados. “Vencimos a la tripulación del simulador” y con esto hizo referencia a la escasa sabiduría que consideraba que tenía Popovich, por no haber sido jugador de la NBA y ganarse su experiencia en el banquillo viniendo de otros lados, un poco de trash talking innecesario del ex Chicago y además raro en su personalidad.

Finalmente todo terminó en cuestión de habladurías y el tiempo mostró el respeto que se tienen ambos entrenadores uno al otro por lo conseguido. “Pop pagó sus cuotas en cuanto a conocer la NBA y lo que tenía que hacer en la liga. Creo que ha tenido un gran impacto en los Spurs con su filosofía defensiva”, expresó Jackson en The Spokerman Review.

El respeto ante todo, se puede hablar en un momento sobre una serie o un juego, pero cuando el trabajo como el de Popovich está a la vista, no hay lenguaje basura que valga y Phil Jackson lo entendió así, admirando su carrera y felices los dos con sus 16 anillos entre ambos.