Cuttino Mobley, entre el retiro repentino y la estafa de los Knicks
08:51 25/09/2022 | El escolta zurdo dejó el baloncesto de la noche a la mañana por una afección cardíaca. Los Knicks lo adquirieron con ese problema, pero tenían otros planes.
Cuttino Mobley fue de esos jugadores de una calidad innata, un escolta zurdo que destilaba una técnica depurada y con un carácter importante para ser protagonista en el equipo que jugase. Los Rockets lo escogieron en la segunda ronda del Draft de 1998 en el puesto número 41, y a juzgar por lo atrás que lo seleccionaron, se llevaron una verdadera “ganga”.
Fue parte de aquellos Rockets entre los que estaban Charles Barkley, Hakeem Olajuwon y Scottie Pippen, aquel equipo multiestelar, pero algo gastado que terminó quedándose en el camino con los Lakers en primera ronda. Con apenas 23 años, Cuttino, rápidamente se ganó un lugar en el equipo y salió como escolta titular la mayoría de los juegos que disputó, promediando 9.9 puntos y 2.5 asistencias, nada mal para un rookie de segunda ronda.
La historia de Mobley en los Rockets fue bien interesante en sus seis temporadas, formando un gran binomio explosivo con Steve Francis. Juntos eran la nueva cara de la franquicia hasta la llegada de Yao Ming, quien acaparó todo con su juego y marketing chino. Sin resultados sólidos (apenas un año a playoffs en cinco temporadas), la dupla Mobley-Francis fue enviada a Orlando por Tracy McGrady.
La continuidad de la carrera de Cuttino fue buena, pero sin dar el salto de calidad, era un gran jugador para acompañar a un equipo contendiente, pero no le tocó estar en las franquicias más ganadoras como lo fueron el Magic, los Kings y los Clippers. Con estos últimos en la temporada 2005/06 fue cuando más lejos llegó a una segunda ronda y a su vez su última vez en postemporada.
Con esa merma de rendimiento en los Clippers, vino la peor noticia para el zurdo, en un examen le detectaron una cardiomiopatía hipertrófica que lo alejó de las canchas, en principio no definitivamente, pero con muchas probabilidades de que eso suceda.
Esa noticia salió a luz en el mundo NBA y no obstante, los Knicks requirieron sus servicios y lo adquirieron vía trade junto a Tim Thomas por un joven Zach Randolph. La trama empezó luego de ese intercambio finiquitado, puesto que New York presionó para hacerlo, sabiendo de la condición física de Mobley.
Tras el arribo a New York, el escolta fue sometido a un examen más exhaustivo de su corazón y el resultado fue aún peor que la prueba que se había hecho en Clippers. Con esa certeza en la mesa, los Knicks desistieron de tener a Mobley e hicieron pasar su contrato como una baja por estado salud y que el seguro médico de la liga se haga cargo de pagarlo.
Con esta cuestión administrativa, quedó en evidencia la jugada de los Knicks de contratar a un jugador imposibilitado de jugar, constatar con los médicos y que el seguro pagué su contrato. A raíz de esta movida creaban el espacio salarial que necesitaban dejando ir a Randolph y sumado la baja de Mobley. Con eso se ahorraban de pagar el impuesto de lujo.
Cuttino no se quedó callado e inició acciones legales contra los Knicks aduciendo que lo forzaron a retirarse y que hicieron ese movimiento adrede para ahorrarse millones y despejar espacio salarial en su búsqueda por retener los servicios de otros jugadores.
Mobley venía disputando todas las temporadas sin mayores problemas y nunca había experimentado ningún síntoma de esa enfermedad que apareció casi por sorpresa. Sin reconocer lo que arrojaron los estudios, el ex Rockets le agregó a la demanda “lesiones irreparables, daños monetarios, angustia mental, angustia emocional, humillación y otros daños compensables como resultado de prácticas discriminatorias hacia el acusado”.
El conjunto neoyorquino hizo oídos sordos a esa demanda y esgrimieron que sus ilusiones siempre fueron que fuera el escolta titular del equipo y que fue “un revés significativo su baja y estaban extremadamente decepcionados”
Cuttino Mobley fue a ver a otros especialistas en Boston para tener una segunda opinión y las respuestas fueron determinantes para su deseo de seguir jugando. Al tiempo entendió que debía abandonar y expresó: “Los médicos me dijeron que no me arriesgara y siento que tienen razón. Tengo un hijo de ocho años y deseo tener una larga vida por delante, es lo más inteligente”.
La historia finalizó con un arreglo entre ambas partes, luego de que una jueza de Manhattan rechazara en primera instancia la demanda. El ex Rockets volvió a insistir y el litigio legal entró en la zona de mediaciones, llegando a un acuerdo donde el jugador retiraba los cargos a cambio de una suma monetaria y se dio por "cosa juzgada".
Cuttino intentó volver a las canchas a pesar del riesgo, pero ninguna franquicia quiso correrlo y el escolta terminó su carrera después de once temporadas.
Mauro Osores / [email protected]
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