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La NCAA anunció que, los jugadores universitarios que hayan transferido múltiples veces serán elegibles para jugar el resto de la temporada de baloncesto. Esta medida permite que jugadores como Marcus Adams Jr., llegado a BYU luego de estar en Kansas y Gonzaga, puedan jugar de inmediato sin necesidad de una exención de la NCAA. Adams, fichaje clave para BYU, había estado esperando esta decisión para poder incorporarse al equipo. Aunque ha estado ausente debido a una lesión en la pierna, se ha reintegrado a los entrenamientos recientemente, lo que sugiere su disponibilidad física para jugar.

Su retorno plantea desafíos adicionales para BYU, que actualmente se encuentra entre los primeros puestos a nivel nacional con récord 10-1. Su presencia en la cancha es inminente, pero el cuerpo técnico de BYU podría optar por esperar hasta el próximo encuentro para su debut, permitiéndole más tiempo de adaptación al sistema del equipo. Las fechas para su estreno podrían ser el viernes 22 ante Bellarmine o el sábado 30 frente a Wyoming.

Las expectativas para Marcus son altas, dado su estatus como fichaje destacado para BYU. Considerado una estrella emergente, Adams es un escolta-alero de 2.03. Su capacidad para anotar desde larga distancia y su versatilidad en el juego le otorgan un potencial significativo para contribuir al equipo. A pesar de su juventud, se espera que pueda aportar de manera sustancial una vez que se integre por completo al sistema de juego del equipo.