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Estados Unidos

De codearse con la muerte a la NBA, la gran historia de Nikola Vucevic

22:02 15/03/2021 | Empezó a jugar al básquet tardíamente. Casi falleció a los 15 años en un accidente y se fue a Estados Unidos a cumplir una promesa a su padre.

Vucevic es la cara del Magic (Foto: BBall Index)

23 de agosto de 2006. 17 horas. Montenegro. 

47 muertos y 200 heridos. De ellos, 70 eran pequeños y unos cuantos pertenecientes a un equipo de básquet.

Un tren en la montaña pasando con celeridad y un peligro que se materializó cuando éste se desbarrancó.

No es una película de terror, es un hecho que tuvo que vivir con apenas 15 años Nikola Vucevic, actual jugador de Orlando en la NBA, y que le enseñó fielmente como la firma de un contrato irrompible que la vida es efímera y que todo puede acabarse en un par de minutos. Desde ese momento para el pivote el ayer es historia, el presente un regalo y el futuro un misterio. 

En ese instante de horror Nikola no estuvo solo, también se encontraba su padre, Borislav Vucevic, quien estaba asistiendo a los sobrevivientes del contratiempo para que pudieran salir de la pesadilla cuanto antes. 

Allí empieza la historia de Nikola, por su glorioso padre. Quizás muchos no lo conozcan en este lado del planeta, pero en la antigua Yugoslavia fue, es y siempre será un héroe. El del Magic heredó su talento con la redona de su progenitor, que fue un notable basquetbolista que supo salir campeón de Europa con el KK Bosna en 1979 y que pudo compartir selección nacional con un tal Drazen Petrovic. 

¿Y su mamá? La manzana no cayó lejos del árbol con Nikola. La madre, Ljiljana, pasó por la misma experiencia que Borislav y fue una reconocida basquetbolista que también llegó a jugar con el seleccionado de Yugoslavia, pero debió retirarse con la llegada del imberbe gran gigante que luego conquistaría la NBA combinando lo mejor de dos mundos.

-¿Por qué no jugás al básquet?
-Mi papá no me deja
La respuesta lo dejó congelado. El que hizo la pregunta había sido Tomas Van de Spiegel, un excompañero de Borislav. Nikola tenía apenas seis años y ya demostraba su amor por el básquet. Tuvieron que pasar siete cumpleaños para que su papá le dejase jugar al deporte que tanto amaba. "¿Querés jugar?", le dijo con seriedad. “Voy a hacer lo posible para ser como vos algún día. Un jugador profesional", contestó sin inmutarse el adolescente.

Desde ese minuto padre e hijo entrenaron hasta el hartazgo para dinamitar el camino de Nikola al estrellato. Tuvieron que pasar un accidente en el que rozaron la muerte, unos cuantos golpes de teclas al llamar a diferentes agentes y experiencias en un país desconocido sin siquiera hablar el idioma del lugar para llegar finalmente a destino.

Un año después de aquel hecho en el tren puso rumbo a Estados Unidos, dejando atrás su Bar natal a la que había llegado al mundo un 24 de octubre de 1990. Stoneridge Prep lo recibió gracias al entrenador del equipo, Babacar Sy, que vio un par de videos de Nikola gracias a un tío del pivote que dirigía en Francia. 

En Simi Valler, California, adquirió sus primeras armas, pero primero tuvo que superar el choque cultural, el superior ritmo de juego, la dedicación del plantel y el inglés como idioma que completamente desconocía. Tímido hasta al bostezar, Nikola luchó durante el primer trimestre y luego no dejó de crecer. 

Con promedios de 18 puntos y 12 rebotes muchos reclutadores universitarios se interesaron por él. Vucevic no quiso moverse del lugar y eligió la University of Southern California para continuar su progreso. 

Al comienzo, como en la secundaria, batalló contra diferentes contratiempos antes de adaptarse. Tim Floyd, el entrenador de ese entonces, lo quería para el juego interno y no tanto para el tiro exterior, una característica que rodeó al montenegrino en sus primeros años. Junto a Taj Gibson tuvieron que cumplir con las demandas del coach y machacaron la pintura poco a poco.

Los años pasaron y como junior, en su tercera temporada con el equipo, Vucevic creció tanto que fue elegido para el Cuarto Equipo All-American por Fox Sports e incluido en el primer equipo de la conferencia All-Pac-10. El dilema era quedarse un lustro más o marcharse a la NBA. La situación se resolvió pronto y el 23 de junio de 2011 su nombre estaba listo para buscar un puesto en el profesionalismo.

Ante la mirada de Borislav y Ljiljana se consumaba ese sueño que había iniciado a los seis años cuando un inocente Nikola argumentaba porqué su papá no le dejaba jugar. Con el llamado de los Sixers en el pick 16 del Draft también se cumplía esa promesa hecha hacia su padre de continuar su legado y llegar al básquet profesional.

Gorra en mano y acuerdo estampado un 9 de diciembre de ese año, el montenegrino hizo su debut en la NBA el 22 de febrero del 2012, no sin antes vestirse para el Budućnost Podgorica de Montenegro durante el lockout que puso en coma a la liga de Estados Unidos por un tiempo que en ese momento era incierto.

Ese sueño en Philadelphia duró poco y el 10 de agosto de ese año fue traspasado a Orlando en un intercambio de cuatro equipos en el que participaron Dwight Howard, Andrew Bynum, Arron Afflalo y Andre Iguodala, entre otros. 

Con el Magic se mantiene hasta el día de hoy, ascendiendo sin parar y buscando levantarse constantemente de esa caída que casi puso fin a su vida. Trepando, insistiendo y escalando ahí va Nikola Vucevic, con una promesa, una revancha y un deseo innato de superarse para valorarse y escribirse que aquel accidente no hizo más que potenciarlo.

Porque una vez que pudo salir aprendió a surgir. Para qué contarlo, vamos a vivirlo.  

 

 

Ignacio Miranda/ [email protected]
En Twitter: @basquetplus
En Twitter: @nachomiranda14

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