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Nikola Jokic es simple en todo sentido, desde como jugar hasta como reaccionar a diferentes cosas que le pasan su vida. Su tranquilidad es la marca registrada y aunque a veces se enoje con los árbitros, el serbio vive de manera relajada y su llegada a la NBA no lo pertubó en absluto al menos en el real instante en que lo eligieron de los Denver Nuggets.

“Vamos hermano, estoy durmiendo” fueron las primeras palabras de Jokic tras conocer la noticia de ser seleccionado por una franquicia de la NBA. El 26 de junio del 2014 en el Madison Square Garden en la ceremonia del Draft, Denver se hacía de los derechos de Nikola que a por la diferencia horaria, lejos de estar nervioso, estaba durmiendo como un angelito.

Su hermano que estaba en Nueva York vivió todo como una fiesta según cuenta el propio pivote: “Mi hermano estaba abriendo un champagne de fiesta, cuando me llamó para decirme y yo solo atine a decirle que estaba durmiendo”. La llegada a Denver se produjo un año después ya que siguió jugando en Serbia y luego se sumó a los Denver como pivote de reserva.

“En ese momento del Draft nunca pensé que era una gran cosa”, aseveró Jokic quien es hoy uno de los llamados a ser MVP de la temporada, pero su talento y su tranquilidad no lo van a mover ni un centímetro de su vivir el básquet, aunque ahora tenga al eléctrico Facundo Campazzo como compañero y la haga bailar Bizarrap.