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Cuando Miami Heat perdió contra Atlanta Hawks en el primer juego del Play-In, Jimmy Butler y sus compañeros sabían que estaban en una situación crítica para entrar a la postemporada. Luego de “cederle” a los Hawks el séptimo lugar, Miami debía derrotar a Chicago para conseguir el último boleto a los playoffs.

El Heat se convirtió en el primer clasificado número 7 en perder en el torneo de play-in. Esto representaba la temporada que Miami había tenido hasta ese momento, ya que las lesiones y las actuaciones ofensivas inconsistentes afectaron a lo que se creía que sería un equipo seguro para los playoffs.

Afortunadamente para Miami, se habían estado preparando silenciosamente para este tipo de momentos durante todo el año. Butler y compañía compitieron en asombrosos 54 juegos de alta presión, y esos juegos de temporada regular bajo presión resultaron ser útiles. El Heat estaba contra las cuerdas, y allí es donde este equipo saca siempre su mejor versión.

La victoria sobre Chicago, con mucho drama pero mostrando otra vez esa versión de equipo ganador que se le conoce a este grupo, fue el catalista de una rcha impresionante que jamás se vio en la historia de toda la NBA. Ganarle a los Bulls significó tomar el octavo puesto y enfrentarse al mejor del Este, un panorama poco alentador.

Luego vinieron los Milwaukee Bucks. Tomó cinco juegos rápidos, además de la inevitable aparición de Butler como una superestrella de los playoffs, y eso fue todo. Se convirtieron en el sexto equipo número 8 en eliminar a un clasificado número 1 en la historia de la NBA.

A continuación, se cruzaron a New York Knicks en un renovado enfrentamiento de su histórica rivalidad. Con una épica victoria inicial en el Madison Square Garden, y defendiendo su localía en la vuelta a Miami, el Heat se encuentra a una victoria de su tercer viaje a las Finales de la Conferencia Este en los últimos cuatro años.

Butler, quien alguna vez fue visto como un problema en el vestuario, se ganó la plena confianza de cada jugador en la plantilla. Los playoffs son una bestia diferente. Durante las últimas cuatro temporadas, Butler normalmente no mostró su mejor versión, pero una vez que comienzan los playoffs, siempre alcanza un nivel increíblemente alto.

Este es un equipo octavo clasificado. El Heat no debería estar tomando ventaja de 3-1 en series contra los clasificados número 1 y número 5. Llegar a unas Finales de Conferencia, donde podría esperar Philadelphia en vez de Boston, el equipo más difícil del Este, sería una enorme chance para entrar a las Finales más improbables de la historia.