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Desde la lesión que dejó fuera de la temporada a Mitchell Robinson, Isaiah Hartenstein ha surgido como un jugador crucial para los New York Knicks al ocupar el puesto de centro titular. A pesar de las dudas iniciales sobre si podría llenar los zapatos defensivos de Robinson, Hartenstein ha destacado, exhibiendo impresionantes cifras en rebotes, robos y tapones.

El centro alemán se ha convertido en un pilar defensivo para el equipo, contribuyendo significativamente a la estrategia defensiva de los Knicks bajo la dirección del entrenador Tom Thibodeau. Su destacada actuación registrando máximos personales de 20 rebotes y 5 tapones contra los Chicago Bulls ha consolidado su importancia en la alineación, y recientemente volvió a tener un juego de 20 rebotes para vencer a Memphis.

Antes de llegar a este momento en la Gran Manzana, Hartenstein pasó por un proceso de pelear por un puesto en la NBA, alternando presencias en las franquicias principales y en sus filiales de la G-League. En la temporada 2017-18, participó en 38 partidos de la G League con Rio Grande Valley Vipers, logrando un promedio de 9.5 puntos y 6.6 rebotes por juego. Al año siguiente, contribuyó a la victoria del campeonato y fue nombrado MVP de las Finales.

Posteriormente, el 25 de julio de 2018, Hartenstein firmó con Houston Rockets, donde jugó durante dos temporadas antes de ser liberado en junio de 2020. Tras ello, firmó con Denver Nuggets, donde coincidía con otro que comprendía algo de jugadores europeos, Facundo Campazzo. El alemán y el argentino hicieron una buena dupla jugando en la segunda unidad del equipo de Nikola Jokic.

De la mano de Facu, salieron grandes asistencias que hicieron brillar y ser viral al pivote alemán. Tras sus buenos minutos, sirvió como moneda de cambio y fue traspasado a Cleveland Cavaliers en marzo de 2021, a cambio de JaVale McGee. Más tarde, en septiembre de 2021, se unió a Los Angeles Clippers y, finalmente, el 30 de junio de 2022, firmó su contrato por 2 años y $16 millones con los New York Knicks, su actual casa, donde ahora es un dolor de cabeza por pensar cómo retenerlo en la próxima agencia libre.

El impacto de Hartenstein va más allá de las estadísticas, encarnando el estilo aguerrido y luchador, sinónimo de la mentalidad de los underdogs de Nueva York. Enfrentándose a oponentes formidables como Joel Embiid y Rudy Gobert, ha demostrado su destreza defensiva con bloqueos cruciales. A medida que juega consistentemente más de 30 minutos por partido, Hartenstein ve margen para seguir mejorando y contribuir al éxito del equipo. Con su contrato listo para expirar en el verano, su futuro con los Knicks plantea preguntas sobre posibles negociaciones y la estrategia del equipo en la distribución de recursos.

En medio de un cambio hacia un enfoque más ofensivo en la NBA, con mayor énfasis en el espacio en el campo y los tiros de tres puntos, el estilo tradicional de centro de Hartenstein lo distingue. Si continúa ofreciendo este nivel de juego, los Knicks pueden confiar en su presencia en la pintura, especialmente a medida que se acercan a los playoffs. La competencia en la NBA no es límite para Isaiah, ya que el seleccionado Campeón del Mundo, Alemania, lo tiene en cuenta para integrar el próximo equipo que compita en los Juegos Olímpicos de este año.