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Michael Jordan es mundialmente conocido por la camiseta número 23. Antes de él, nadie la había hecho especial, como el 33 de Bird, Kareem o el 32 de Magic. La #23 es la camiseta más icónica en la historia de la NBA y, posiblemente, la más emblemática en la historia del deporte. Jordan siempre estará asociado con el número 23. Sin embargo, brevemente usó el número 45 cuando regresó a la NBA en 1995.

Pero Jordan, que tenía la 45 en su equipo de béisbol y la trajo a la NBA en honor a su papá, volvió a cambiar su número 23 después de unos pocos partidos. Cuando habló al respecto, Jordan explicó que se sentía más cómodo con el 23 que con el 45. Aunque su motivación inicial para jugar con el 45 estaba relacionada con su padre, el 23 era su número.

"Es parte de mí. El 23 soy yo. Así que no intenté ser otra cosa. Aunque sé que mi padre nunca me vio jugar con el 45, el 23 es algo con lo que realmente me siento cómodo, y esa es la razón por la que volví a él", explicó Mike, que tenía el 45 de chico cuando su papá lo llevaba a jugar al béisbol.

Si bien esa puede ser una razón para que MJ regresara al número 23, existe otra razón más famosa. Orlando Magic derrotó a los Bulls en 1995, logrando llegar a las Finales NBA el año que Mike volvió al deporte. Nick Anderson se acercó a Jordan y le dijo que el 45 no era el 23. Y como era habitual en él, se lo tomó personalmente y decidió volver a su número original tras la serie, que terminó en derrota.

Anteriormente, Jordan había explicado que eligió el número 45 porque su padre no estaba para verlo y quería un nuevo comienzo en la NBA. Aunque el número no duró mucho, fue un bonito gesto de Mike hacia el hombre que lo ayudó a alcanzar la cima del deporte mundial.

El regreso al 23 marcó el comienzo de una nueva y legendaria etapa para Su Majestad, ya que ganaría 3 campeonatos de la NBA y MVP de las Finales, dos trofeos de MVP en la temporada regular y 5 apariciones en el All-Star, consolidando su legado como posiblemente el mejor de todos los tiempos.