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Dennis Rodman tenía su propia manera única de jugar con la mente de sus oponentes en la cancha, y el pasado jugador de Utah Jazz, Antoine Carr, explicó cómo lo hacía, dejando atónito a veces o incluso confundido a su rival en el trayecto.

En una entrevista con Brandon "Scoop B" Robinson, Carr reveló cómo Rodman utilizaba métodos extravagantes para desconcertar a sus oponentes. "Él intenta entrar en tu cabeza, y si logra hacerlo, entonces causará más caos para tu equipo. No decía mucho; simplemente hacía cosas extrañas", relató Carr. "Como cuando me llamó y dijo: 'Amigo, me voy a casar'. Yo le dije: 'Está bien, pero... ¿Qué está pasando?' Él respondió: '¡Me estoy casando conmigo mismo!'. Así que fue como, 'Está bien…' pero jamás entendí el motivo".

No cabe duda de que su capacidad para desconcertar a sus oponentes funcionaba. Cuando se trata de Rodman, suele ser su personalidad fuera de la cancha lo que destaca, pero los testimonios de sus compañeros sobre su comportamiento en la cancha y cómo fue una pieza vital en el segundo tricampeonato de los Chicago Bulls certifican que, a pesar de todo lo que venía con su figura, dentro del parquet era un jugador fundamental.

Dominique Wilkins, la leyenda de Atlanta Hawks, compartió sus pensamientos adicionales sobre Dennis Rodman, a quien enfrentó lo suficiente a lo largo de su carrera. Durante las entrevistas de la NBA 75, Wilkins arrojó luz sobre cómo Dennis lograba sacar de quicio a los demás, incluso si no lo hacía verbalmente en la cancha. “Dennis no era mucho de hablar tanto como de ser una molestia. Trataba de entrar en tu cabeza y hacía cosas para intentar sacarte de tu juego. Esa era su fortaleza", agregó.