La gran venganza de los Warriors
10:00 15/05/2022 | Casi un año después de haber sido eliminado por Memphis en el play-in, Golden State pudo sacarse el fantasma de los Grizzlies de encima.
Cuando uno mira a los Warriors, gesticularmente, siempre parece que nada pudiera afectarlos. Quizá por la imagen generalmente sobradora que Steph Curry ha desarrollado a lo largo de su carrera, pareciera que nada puede enfucererlo o sacarlo de su hábitat de megaestrella que está por encima de todo. Pero obviamente no es así.
Después aquella fatídica final perdida ante Toronto 4-2 en el 2019, fueron todas calamidades: lesión de 2.5 años para Klay Thompson, lesión por un año y partida de Kevin Durant, lesiones por decenas del resto, peor equipo de la NBA 2019/20, y un atisbo de recuperación en la 2020/21, con todos sanos, que terminó de manera inesperada.
Los Warriors del año pasado tuvieron un récord en fase regular de 39-33, lo que los mandó al noveno puesto en el Oeste, obligándolo a jugar el novedoso play-in. Surfearon el primer choque ante los Spurs y el último escollo que les quedó para llegar a los playoffs fue Memphis Grizzlies, un grupito de jóvenes irreverentes, liderados por el rasta Ja Morant, que no tenían ni idea de a quién se enfrentaban.
Sin embargo, esos Grizzlies no tuvieron miedo. Ni de Curry, Wiggins, Green y compañía, ni de la presión por ser locales, ni tampoco por el hecho de llevar el partido a suplementario. Morant, de 21 años en ese momento, se despachó con 36 puntos (Curry metió 39), lideró a su tropa y ganó 117-112, para colarse en la postemporada, dejando a un posible candidato a anillo en el camino. Algo relativamente parecido a lo de los Nets de este año, con la diferencia de que Brooklyn sí pasó el play-in.
Para Curry y su gente fue un golpe durísimo, que solo podría cicatrizarse con un anillo, el que buscan ahora, luego de la fantástica serie de segunda ronda en la que el destino les puso enfrente otra vez a Memphis, otra vez con ellos con la localía, aunque ahora en una serie a 7. Era difícil para los Grizzlies, pero los chicos y su coach demostraron una vez más que, pese a tener una megaestrella como Morant, todos juegan por todos, y sin Ja en los últimos 3 partidos, le dieron pelea a Golden State hasta el final, ganándole incluso el quinto partido por nada menos que 39 puntos.
Pero los Warriors tenían el recuerdo de aquel 21 de mayo del 2021 entre ceja y ceja. No podían permitirse una caída ante ellos otra vez. Hubiese sido el fin de una camada, porque a este Golden State que supo ser elegido como uno de los grandes cinco equipos de la historia, se quedó congelado en aquel 2018 vencedor. Sí, se podrá decir que las lesiones le privaron más anillos, pero eso le va a todos por igual. Curry, Thompson, Green y Looney, las caras sobrevivientes de aquel 2018, tenían un desafío extra interior. Liquidar a esos niños. Les costó sangre, pero pasaron la prueba necesaria para ahora ir por la grande: demostrar que siguen siendo de leyenda.
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