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¿El ocaso de los Warriors?

15:55 20/11/2022 | Golden State empezó su temporada de campeón reinante de la peor manera. Problemas y futuro del equipo de Steph Curry.

Steph Curry ya no sabe qué más hacer para levantar a los Warriors (Getty)

La última vez que un campeón reinante había empezado tan mal la siguiente campaña había sido Los Angeles Lakers en la 2002/03. Después de ganar 3 anillos en fila, los angelinos perdieron por lesión en el arranque del torneo a Shaquille O´Neal, empezaron 3-9 y, si bien se recuperaron después, cayeron en segunda ronda de playoffs. Era el comienzo del fin de la relación Kobe-Shaq, coronado con un 2003/04 en donde perdieron la final contra Detroit 4-0. Entonces, todo se terminó y Shaq se fue a Miami. Tardarían años en recuperarse.

Obviamente la situación de los Warriors de este año es distinta. Primero, porque no perdió a nadie muy importante por lesión ni por partida. Al contrario, recuperó a Wiseman de su lesión. Se fueron Otto Porter, Gary Payton y Damion Lee de los que rotaban. Nada impactante. No tiene lesionados y todos gozan de bastante buena salud. El problema, los problemas, parecen pasar por otro lado. El primer análisis que podríamos hacer es estadístico. En los números básicos, hay algunos datos sorprendentes. 

Empecemos por lo más extraño. Los Warriors anotan más que el año pasado. En 16 partidos promedian 117.1 puntos por partido, 6 más que en la 2021/22. Tienen mejor porcentaje de cancha (47.6 contra 46.9), mejor porcentaje de tres (37.6 contra 36.4) y más asistencias (29.2 contra 27.1). Lo de algún modo inexplicable es como cayeron a las peores profundidades en el aspecto defensivo. 

De los 105.5 que recibieron el año pasado, pasaron a 117.3 en este, bajando varios puestos en casi todos los ratings defensivos. En porcentaje de cancha, permiten un 45.6, marchando octavos (segundos el año pasado). En porcentaje de triples de los rivales están 15º. Son el equipo que más libres en contra tiene (reflejo de una defensa inconsistente), están 24º en rebotes (5º el año pasado), 20º en asistencias (2º el año pasado), y los 117.3 puntos que reciben son el tercer puntaje más alto de toda la NBA, solo por debajo de San Antonio (120.1) y Detroit (117.5). Su rating defensivo es 113.5, 24º entre 30 equipos. 

¿Cuál sería la explicación a una baja defensiva tan pronunciada en un equipo que no cambió jugadores importantes, salvo Porter o Payton? Podría decirse que Payton era una pieza importante en lo defensivo, pero no decisiva. Quizá Kuminga, con menos minutos este año que el año pasado, también le daba más en ese rubro, pero no como para que el cambio sea más drástico. 

Lo que parece estar haciendo estragos hasta ahora es el dúo Klay-Poole. Thompson no es más el que era, clmente, y si bien falta mucho, su producción cayó muy pronunciadamente: casi 5 puntos menos (de 20.1 a 15.5), 5% en tiros de tres (38 a 33), 6% en eFG% (52.9 a 46.8), menos rebotes y menos asistencias en casi la misma cantidad de minutos. Poole, que sigue como reserva, cayó en puntos (algo tramposo, porque el año pasado jugó más de media temporada sin estar Klay) 2.6 de media, y más de 2.5% en tiros de cancha. 

Kerr tiene ahí un problema grande. Con Poole de inicial, los Warriors juegan mejor, pero sabe perfectamente que si manda defitivamente a Thompson a la segunda unidad, lo hundirá moralmente. Y Kerr, todavía, es alguien que valora más lo humano, porque sabe que el esfuerzo que hizo KT para volver a jugar tres dos años y medio y su importancia en las finales contra Boston, ameritan que lo apoye hasta el límite. Nadie sabe cuál es ese límite para Kerr, pero seguramente lo debe haber. 

¿Y Curry? Más no se le puede pedir. Subió casi 7 puntos su promedio (de 25.5 a 32.2), ¡9% su efectividad de cancha! (de 43.7 a 52.8, una locura), tiene un monstruoso 65.2 en eFG%, levantó 1.5 en rebotes (6.7), un poquito en las asistencias (6.6) y juega todo en la misma exacta cantidad de minutos (34.6). Un genio. 

La última parte del análisis tiene que ver con sospechar si el conflicto Green-Poole de pretemporada no pegó sus coletazos, al menos en este arranque. Creemos muy difícil imaginar que todos pudieron hacer un no pasó nada como si lo ocurrido hubiese sido algo simple. Alguna grieta se abrió en el campeón, que no tiene el mismo compromiso grupal y donde los temas individuales están empezando a pesar más que los deportivos, como suele ocurrir cuando un equipo gana tanto. Mucha tarea para Kerr en lo que queda del año. 

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