Informe Especial

Scouting: entendiendo a Juan Fernández, el gran proyecto de Argentina

12:47 10/07/2021 | Viene siendo el jugador más importante del seleccionado de Farabello en el Mundial U19 de Letonia. Una revisión de su caso. Fortalezas y debilidades.

Fernández aporta en ambos costados (Foto: FIBA)

Toma el rebote defensivo, sube la cancha picando el balón y asiste a su compañero sin mirarlo, todo en cuestión de segundos. Un ejemplo más de la versatilidad de Juan Francisco Fernández, el pibe de 18 años que está dando que hablar en el Mundial U19 organizado en Letonia y que fue convocado por Sergio Hernández al preseleccionado argentino masculino mayor.

Pocas veces en el país se vio un talento de la calidad del jugador del Fuenlabrada, quien esta temporada sumó minutos solo en la filial que tiene el equipo en la Liga EBA. Nacido un 21 de noviembre del 2002, cumplirá pronto 19 años y si algo viene dejando claro en el último torneo con Argentina es que puede hacer de todo un poco en ambos costados de la cancha.

Partiendo por el ataque, está siendo el máximo anotador de Argentina y el sexto más destacado del certamen con 15,5 puntos de promedio en 29,8 minutos en cancha durante los seis partidos que disputó hasta ahora. Además, tiene medias de 8,0 rebotes y 1,5 asistencias que reflejan esa ductilidad para impactar en varios frentes.

No domina un apartado en especial en ofensiva, pero sí que puede ser la mezcla de condimentos que le dan sabor a la salsa argentina, subiendo el balón, hablando para ordenar a sus compañeros, juntando marcas, abriendo la cancha y anotando dentro o fuera de la llave, con buen juego de espaldas, pero también de frente.

En este caso, el interno atrapa el balón y sin pedir permiso ni esperar por nadie acelera el ritmo para luego detectar al compañero abierto y asistirlo en cuestión de segundos, atisbando antes que nadie la ventaja.

 

 

Líder innato del plantel, es uno de los organizadores naturales del equipo, a la vez que también puede levantar la cabeza y hacer daño por sí mismo. No es un finalizador muy estético, pero sabe absorber el contacto y definir con las dos manos, con una tendencia puntualizada a ir hacia su derecha. Su IQ es extremadamente elevado, lo que le permite seleccionar el veneno a utilizar constantemente.

Por otro lado, su punto de posible mejora para continuar con su proyección internacional es el tiro de tres y la selección del mismo (5,0% en el torneo, con 0,2 anotados en 3,3 intentos), entendiendo en qué momentos tomar los triples.

Su mecánica va en dos tiempos, algo que podría naturalizar un poco más, como en estos ejemplos en los que se vislumbran ambos ejemplos, anotando con más frecuencia cuando logra mayor fluidez. 

 

 

Y  en defensa aparece todo su potencial. De hecho, es difícil encontrar deficiencias en su juego atrás, con excelente tamaño, movilidad de pies, instinto y capacidad atlética en ascenso para molestar cual tiro pase por su zona.

Defiende en las cinco posiciones, posee técnica, puede agacharse, no cometer faltas en exceso (2,8 en el Mundial) y provocar desvíos que se traducen en contragolpes constantemente, como en esta acción en la que entiende adónde irá el pase de su rival para provocar un desvío y luego, en el pick and roll ofensivo, habilita a su compañero que ganó la puerta atrás.

 

 

2,0 robos, 1,0 bloqueos y una habilidad especial para fabricar faltas ofensivas, con buen posicionamiento y ese IQ privilegiado que le da la chance de saber cómo se desarrollarán las jugadas lo transforman en un prospecto único y especial, que con trabajo y disciplina puede seguir llegando lejos.

¿Lo conseguirá? Posee las herramientas físicas, el talento con el balón, la técnica y la táctica para lograrlo. Esto es solo el comienzo.

Juan Francisco Fernández, de Argentina para el resto del mundo. 

 

Ignacio Miranda/ [email protected]
En Twitter: @basquetplus
En Twitter: @nachomiranda14

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