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Hay noches que son para poner en un cuadro, para guardarlas eternamente en el recuerdo y cuando se trata de baloncesto de la NBA, en Argentina se recuerdan las finales de Manu ante los Pistons, aquella versión 2.0 de los Bad Boys de Michigan.

San Antonio ganó esa definición por 4-3, la más apretada de sus cinco títulos en la NBA y para ello tuvo luchar y mucho para vencer a Detroit. Además de Duncan, en su esplendor, los Spurs contaron con un magnánimo Manu Ginóbili, quien jugó de manera prodigiosa y con un fuego sagrado competitivo pocas veces visto.

Su deseo de ganar siempre fue lo más notorio de su carrera, pero particularmente en esas finales su concentración era a tope, su fiereza para jugar quedó demostrada desde el primer partido, sabiendo que jugando a medias tintas Detroit se los iba a llevar puesto por personalidad. Gregg Popovich lo uso mucho como titular esa temporada a Manu, pero para los playoffs, después de la inesperada derrota ante Denver en el Juego 1 de la primera ronda, lo volvió a poner desde la banca.

Entonces fueron ocho partidos como suplente hasta el Juego 5 antes los Sonics, donde retornó a la titularidad y no salió más, incluso en la definición por el anillo. Al momento de la final, Manu venía trayendo unos playoffs tremendos con 21.9 puntos de media, 46 por ciento en triples, 51 en dobles, 5.8 rebotes, 4.3 asistencias y 1.2 robos, una verdadera locura.

Por eso que en el cruce final, la motivación subió y en el Juego 2 se vio la mejor versión de Ginóbili en unas finales de la NBA. Metió 27 puntos (apenas un punto que lo hizo en el primer partido), pero dominó por completo la escena y prácticamente no falló (6/8 dobles, 4/5 triples, 11/13 libres) y además repartió juego con 7 asistencias. ¿Y en defensa que hizo? 3 robos y la actitud de siempre para estar atento, congeniando un +/- positivo de 25 con él en cancha.

Aquel fue el segundo triunfo de los Spurs en las finales del 2005, la serie se ponía 2-0 con una paliza por 97-76 y marcaba la pauta de que iba a ser una serie soñada para el bahiense.

A raíz de sus buenos rendimientos, una vez Chauncey Billups, capitán de aquellos Pistons, reveló que perdió horas de sueño por culpa de Ginóbili y aquella final pérdida y en otro contexto, hasta Maradona lo pidió a gritos como MVP, cuando le dijo: “Perdóname, Manu, disiento con lo que decís para mi fuiste mucho más regular que Duncan. En los momentos importantes Duncan erró muchísimo y vos tomaste las riendas del equipo. Duncan es Duncan, pero Ginóbili fue el mejor de toda la serie”.

Manu Ginóbili, el mejor de la historia del básquet argentino y uno de los mejores del mundo, no trates de analizar porqué, simplemente ponele play a algún video y disfruta de su obra, aquella que será Hall of Fame dentro de muy poquito y si sos fan del básquet, ese orgullo no te va caber en el pecho.

Mauro Osores / [email protected]

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