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Antes de convertirse en la leyenda viviente que es dentro de la NBA, Manu Ginóbili forjó una carrera digna del Salón de la Fama jugando en Europa. El mejor argentino de la historia aterrizó en el Reggio Calabria italiano en 1997, siendo elegido por los Spurs dos años más tarde en el Draft de 1999, pero luego pasó dos temporadas inolvidables en la actual Virtus de Bolonia.

Manu regresó a lo que fue su hogar desde el 2000 al 2002, tras ascender al Reggio y pasar una temporada en la Lega A con su ex conjunto. En la Virtus (en aquel momento llamado Kinder de Bolonia) sin embargo, Manu se consagró como el mejor jugador del mundo fuera de la NBA. 20 años más tarde, el icónico jugador regresó a Italia y fue merecidamente homenajeado.

Este verano europeo Manu hizo un tour por el club de Bolonia, para revivir su tiempo allí y conversar sobre la situación actual del equipo. "Esta escena representa un momento inolvidable para mí", expresó al observar la imagen que captura su celebración por el campeonato de la Euroliga en 2001. "Hasta ese preciso instante, nunca había ganado un campeonato. Fue en ese momento cuando me convertí en quien soy. Estoy muy contento de que Virtus esté de vuelta en donde pertenece. Este es el lugar donde todo sucedió, donde crecí. Siempre estaré agradecido con este club", dijo.

Ginóbili tuvo un paso triunfal por la Virtus, que luego de 15 años y del campeonato de 2001 volvió a jugar en la Euroliga la campaña pasada, luego de coronarse en la Eurocup. Sin importar cuanto tiempo pase, su huella en la institución estará marcada para siempre. Manu ganó la Euroliga del 2001 siendo MVP de la Final Four, dos Copas de Italia en 2001 y 2002 (donde fue el MVP), además de ganar la Liga en el 2001 (también MVP en esa campaña y en la de 2002). Luego de tanto tiempo sin volver, se sentó a charlar a fondo sobre el club que lo transformó.