Estudiantes de Madrid estuvo entre los dos mejores de la competencia durante toda la temporada en la LEB Oro y tiene casi como una obligación volver a la ACB, así lo requiere su historia y su gente. Con esa mochila en la espalda el equipo salió a intentar cerrar la serie de cuartos de final ante el Valladolid y vaya que lo logró con un contundente 85-59.
Lucas Faggiano anotó 8 puntos, bajó 4 rebotes, dio 2 asistencias y robó 4 balones en 23 minutos, cumpliendo una tarea interesante para un Estu que dominó de punta a punta el juego.
Había tomado buena nota el Movistar Estudiantes de lo acontecido unas horas antes en Valladolid para evitar así que, una nueva derrota, pudiera llevarles a la disputa de un quinto encuentro. Así pudieron comprobarlo los aficionados estudiantiles ya durante los primeros compases de un partido en el que Nemanja Durisic ponía los primeros puntos para que su equipo pudiera tomar muy pronto una decena de puntos de ventaja en el marcador. De este modo, los de Diego Epifanio fueron capaces de asumir el mando de un partido en el que el UEMC Real Valladolid no tardó en buscar su primera reacción desde la línea interior, pero el crecimiento de Felipe dos Anjos a ambos lados de la cancha, sumando en ataque y aportando en defensa, frenó el primer intento de reacción local. Sintiéndose cómodos, los madrileños aprovecharon esa inercia ganadora para encontrar a un acertado Johnny Dee que, con dos triples consecutivos, ponía la directa al borde del descanso. Desde ese mismo instante, el partido se convirtió en una lucha de los de Paco García contra el reloj y contra un rival que regresaba a pista con una mentalidad muy diferente a la del tercer asalto tras el paso por vestuarios. De este modo, el partido no corrió ya peligro alguno para un Movistar Estudiantes que supo llegar muy sólido al tramo final para poder celebrar la victoria. La mejor manera posible de cerrar su serie a la espera de una lucha por el ascenso que les llevará a medirse en semifinales al Zunder Palencia.