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Impredecible y de ida y vuelta, con dos equipos tratando de imponer su ritmo, su plan de juego y su estrategia. El partido circuló por los carriles esperados, parejo, sin sacarse grandes diferencias. Cada defensa y ataque exitoso se festejó, y ese desborde enérgico se sintió, sin tanta presión pero sí con mucho oficio desde ambos bandos. Terminó siendo victoria para Boca por 79-70, que dio un paso importante en la serie para quedar match point.

Boca no tuvo al mejor Schattmann, quien no pudo asumir muchas responsabilidades porque el planteo rival funcionó pero encontró variantes gracias a un Miller (21 puntos y 9 rebotes, con 31 de valoración) dominante cerca del aro, la experiencia de Boccia (16 más 6) y la figura de Buendía que demostró por qué fue el mejor sexto hombre de la Liga, entregando soluciones en todo momento.

Qué importante el trabajo de Buendía, que ante la falta de Leo, se cargó el equipo al hombro y contagió a sus compañeros. Terminó con 16 puntos, 6 asistencias y 25 de valoración. Empujó esa reacción en la que Boca dio vuelta un -9, con protagonismo absoluto del cordobés, y a partir de ahí se fueron enchufando otros. De los mejores partidos, por fineza, peso dentro del juego y la importancia de unos cuartos de final, para un base que dio otro toque de maduración: carácter, precisión, mucha lectura y el motor del equipo.

Gimnasia por su parte trató de llevar a Boca al error, la idea pasó por ir tapando todas las variantes de la otra vereda, también adelante supo responder con buenos argumentos como el gran pasaje de Yoanki Mencia en el tramo decisivo. Más allá de el arranque intenso de Orresta más algunos punchs de Giorgetti, Romero y Rivero, se desdibujó sobre el final y no le pudo seguir el paso a Boca.

El arranque favoreció a Boca, que con un juego más dinámico y veloz empezó a llevar a Gimnasia hacia una situación un tanto incómoda, teniendo sobre todo a un Tavario Miller imparable (12 puntos en el primer tiempo). El trámite varió un poco en el segundo periodo, donde Gimnasia, empezando a encontrar buenos argumentos (Orresta en el inicio más algunas acciones de Rivero y Giorgetti). No obstante, el primer tiempo finalizó 36-33 para los de Gonzalo García, donde la evolución del Verde bajándole el alto registro de puntos y el ritmo a Boca dejó un panorama abierto.

Gimnasia terminó de encontrarle la vuelta ya en el arranque del complemento. Secó a Miller y esa defensa no le permitió a Boca lastimar con su fluidez habitual, y se vio beneficiado por la complicidad de que Schattmann no lastimó (recién marcó sus primeros puntos en el último cuarto). Gimnasia encontró argumentos con la potencia de Mencia y algo más para sacar una diferencia de 9. Pero Boca respondió hallando su tan ansiado tiro externo, con el ingreso de Buendía (determinante), y cerró mejor el penúltimo parcial (60-56). Todo por definirse aún.

En el final se vio lo mejor, Buendía terminó de convertirse en la figura del equipo por su preponderancia en el momento justo y por darle aire a un Boca que finalmente lo dio vuelta y se llevó el primer punto en Ferro. Actitud, mucho carácter y el factor Buendía bien escoltado por el tándem Miller-Boccia, las claves de este Xeneize que sueña con las semifinales.
Boxscore oficial del partido