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Kobe Bryant se rompió el tendón de Aquiles izquierdo en un partido contra Golden State Warriors hacia el final de la temporada 2012-13 de la NBA. Bryant rechazó ayuda tras sufrir la lesión e incluso convirtió dos tiros libres, en una icónica escena que demuestra todo su carácter.

Según el antiguo entrenador de Bryant, Gary Vitti, Kobe no quería que lo llevaran al vestuario como una oportunidad para hacerle la contra a Paul Pierce. Pierce sufrió una lesión en el Juego 1 de las Finales de 2008. Debió ser llevado al vestuario en silla de ruedas, pero regresó más tarde para comandar una tremenda victoria de los Celtics, que terminaron ganando el campeonato ese año.

Bryant lo usó como motivación para llevar a los Lakers a dos campeonatos consecutivos en 2009 y 2010. Derrotaron a los Celtics en siete juegos en 2010 para vengar su derrota en 2008. Pero para Bryant, no fue suficiente ya que tenía que demostrar que él fue mucho más duro que Pierce algunos años después.

Bryant usó esa derrota como motivación en el verano verano cuando era parte del equipo olímpico. Sue Bird, que integró el equipo femenino, recordó en una entrevista de ESPN cómo Bryant recortó una imagen de Pierce celebrando su campeonato. Después puso el recorte en su bolsillo y se lo llevó a entrenar con él.

Cinco temporadas habían pasado desde el episodio de Pierce, con los Lakers ganando dos anillos, teniendo revancha además sobre los archirivales de Boston, y con Kobe coronando su carrera con más anillos y sus propios MVPs de las Finales, algo que le faltaba en las vitrinas. Aún así, con la última risa en su poder, Kobe jamás se olvidó de lo ocurrido y se lo hizo saber yendo a tirar los tiros libres.