A 26 años del título de Argentina en los Juegos Panamericanos
13:48 26/03/2021 | Se cumple otro aniversario del oro logrado en un abarrotado Polideportivo marplatense. El recuerdo de un año muy especial, que incluyó sacar el pasaje olímpico a Atlanta 96.
Después del Mundial de 1950, pocas fueron las alegrías que disfrutó el básquet argentino. La censura a los campeones del mundo, el abandono institucional, los constantes cambios de mando en la Confederación y el boicot a los Juegos Olímpicos de Moscú en 1980, cuando parecía que la gloria regresaba, marcaron décadas difíciles para la Selección nacional, que debía contentarse con algún título sudamericano y poco más.
1995 fue el año en que esto comenzó a cambiar, con un plantel conformado por jugadores de marcada trayectoria en la Liga Nacional, como Marcelo Milanesio, Diego Osella, Esteban De La Fuente, Juan Espil, Esteban Pérez, entre otros, y algunos talentos que comenzaban a dar sus primeros pasos en el profesionalismo, como Rubén Wolkowyski y Fabricio Oberto.
Primero lo hicieron en los Juegos Panamericanos, torneo que había sido esquivo para la Argentina hasta la fecha. La mejor ubicación de la albiceleste en el certamen se había dado hace 40 años, con el subcampeonato de 1955. Desde entonces, ni siquiera se logró un podio en nueve ediciones.
En este caso, la historia sería muy diferente. En una ciudad convulsionada por el evento, el básquet se convirtió rápidamente en un movimiento popular. Desde el debut ante Estados Unidos, que resultó en victoria por 68-67, gracias a un doble de Osella a 1.3 segundo del final, la conexión entre el equipo y el público se hizo notar en cada cita, sin importar rival, día ni horario.
Sin demostrar un juego vistoso, los dirigidos por Guillermo Vecchio superaron con lo justo a Uruguay México y Puerto Rico. Sin embargo, en el último juego de la etapa clasificatoria, ante Brasil, se produjo la explosión: triunfo 95-75 que los metió directo en las semifinales. Allí, ante los charrúas, esta vez no hubo equivalencias. Victoria 90-74 y pasaje a la final.
El 26 de marzo de 1995, el Polideportivo lucía desbordado. Ocho mil personas coparon un estadio con capacidad para mil personas menos, con sus banderas, gritos y aliento constante. Enfrente estaban nuevamente los estadounidenses, con un equipo formado por jugadores de la extinta liga CBA.
En armonía con el público, Argentina dominó el partido y llegó a tomar ventaja de 13 puntos, pero los norteamericanos reaccionaron y mantuvieron la paridad hasta el cierre. Un tiro libre de Esteban De La Fuente, a 13 segundos del final, hizo explotar las gargantas de la multitud. Victoria albiceleste por 90-86 y medalla de oro panamericana para nuestro básquet, que escribía una nueva página dorada en nuestra historia.
Unos meses después, con un plantel similar, la Selección logró un nuevo hito. Pese a la derrota sufrida ante Puerto Rico, en la final del FIBA Américas disputado en Neuquén y Tucumán, los dirigidos por Vecchio lograron clasificar a los Juegos Olímpicos del año siguiente, en lo que fue la primera participación del básquet argentino en este evento en 44 años.
Por esto, 1995 marcó un cambio de mentalidad en torno a la Selección. Los objetivos se cumplían. El público se ilusionaba en las tribunas, mientras en la cancha, los jugadores se entregaban por completo a su bandera. Se forjaba una identidad, una cultura que construyó, poco a poco, las bases de toda la gloria venidera. Los sueños tardaron poco en materializarse, con una nueva camada que por entonces anhelaba defender la celeste y blanca con el mismo ímpetu que los Osella, Milanesio, Espil, Pérez o De La Fuente, referentes de la Generación Dorada.
-El plantel campeón de los Juegos Panamericanos 1995.
Marcelo Milanesio – base, Cristian Aragona – base; Gabriel Cocha – escolta, Juan Espil – escolta, Jorge Racca - escolta/alero; Esteban De La Fuente – alero, Esteban Pérez – alero; Luis Villar - ala pivote; Diego Maggi – pivote, Diego Osella – pivote, Fabricio Oberto – pivote, Rubén Wolkowyski - pivote